50mo Congreso Eucarístico Internacional, Dublín, Irlanda del 10 al 17 Junio 2012

jueves, 9 de junio de 2011

MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS ◄♥► DÍA 9 JUNIO 2011



◄♥►CONSAGRACION DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

(La Compañía de Jesús, llamada por especial voluntad revelada del Corazón de Jesús, a propagar su espiritualidad, se consagró total y perpetuamente el 1 de Enero de 1872, con esta fórmula que puede adaptarse a quien lo desee):

Jesús Redentor nuestro:

Venimos a tu presencia angustiados y afligidos, pero animados por el recuerdo de tus palabras: « VENID A MÍ TODOS LOS QUE SUFRÍS Y ESTÁIS OPRIMIDOS QUE YO OS ALIVIARÉ ». con el dolor que nos causan tantos males como presenciamos, nos trae a ti el deseo de repararlos y la gratitud por tantos beneficios como reconocemos haber recibido de tu Corazón. A esta fuente de gracias atribuimos singularmente el señalado favor de haber sido llamados a tu Compañía, y todos los bienes que de ella hemos recibido y los que la misma Compañía ha producido, desde su fundación hasta este día.

Queriendo, por lo tanto, que todo vuelva al principio y origen de donde procede, nosotros, aunque indignos de ser llamados compañeros tuyos, en presencia de la Inmaculada siempre Virgen María, de su espos el patriarca San José, de nuestro padre maestro San Ignacio de Loyola y de toda la corte celestial, ofrecemos y consagramos a tu Corazón todas nuestras personas, cuanto somos y tenemos, nuestros ministerios, nuestros trabajos y padecimientos; de todo lo cual queremos hacerle entera y perpetua consagración, para reparar las injurias y ofensas que se cometen contra tu divina Majestad, y para promover en nosotros y en todos los demás, tu mayor gloria. De este modo, esta Compañía, que tiene a honra llevar tu nombre, la tendrá también de estar enteramente consagrada a tu Corazón y de vivir de su misma vida.

Dígnate aceptar este holocausto y darnos graciapara ser siempre fieles a nuestras promesas, con el exacto cumplimiento de todas las reglas y constituciones de nuestro instituto.

Tú sabes, Señor, con qué rabia se esfuerza el infierno por oprimir a tu Iglesia y destruir nuestra Compañía; ten, pues, compasión de nosotros, hijos tuyos, que ponemos toda nuestra esperanza en ti. Sea tu Corazón nuestro escudo contra todos los ataques de nuestros enemigos y una nueva prenda de la gracia final, con la que, después de haber vivido constantemente en tu Corazón, podamos exhalar en él el último suspiro del nuestro.

Amén.


(Versión del 9 de Junio de 1972)

Oh Padre Eterno:

Mientras oraba Ignacio en la capilla de La Storta, quisiste Tú con singular favor aceptar la petición que por mucho tiempo él te hiciera por intercesión de Nuestra Señora: DE SER PUESTO CON TU HIJO. Le aseguraste también que serías su sostén al decirle: Yo estaré con vosotros. Llegaste a manifestar tu deseo de que Jesús portador de la Cruz lo admitiese como su servidor, lo que Jesús aceptó dirigiéndose a Ignacio con estas inolvidables palabras: QUIERO QUE TÚ NOS SIRVAS.

Nosotros, sucesores de aquel puñado de hombres que fueros los primeros COMPAÑEROS DE JESÚS, repetimos a nuestra vez la misma súplica de ser puestos con tu Hijo y de servir BAJO LA INSIGNIA DE LA CRUZ, en la que Jesús está clavado por obediencia, con el costado traspasado y el corazón abierto en señal de su amor a Ti y a toda la humanidad.

Renovamos la consagración de la Compañía al Corazón de Jesús y delante de la Cruz en la que Jesús nos entrega los tesoros de su corazón abierto, decimos hoy, por medio de Él y Él, desde lo más hondo de nuestro ser: TOMAD, SEÑOR, Y RECIBID TODA MI LIBERTAD, MI MEMORIA, MI ENTENDIMIENTO Y TODA MI VOLUNTAD, TODO MI HABER Y MI POSEER; VOS ME LO DÍSTEIS, A VOS, SEÑOR, LO TORNO; TODO ES VUESTRO, DISPONED A TODA VUESTRA VOLUNTAD; DADME VUESTRO AMOR Y GRACIA QUE ÉSTA ME BASTA.


◄♥►OFRECIMIENTO DIARIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ven Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras , en unión con él, por la redención del mundo.

Señor mío y Dios mío Jesucristo:

Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón, y me ofrezco contigo al Padre, mediante el Espíritu Santo, en tu santo sacrificio del altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu reino.

Te pido en especial por el Papa y las intenciones ha encomendado para este mes de Junio del 2011 al Apostolado de la Oración:

INTENCIÓN GENERAL.–
Para que los sacerdotes, unidos al Corazón de Cristo, siempre sean verdaderos testigos del amor solícito y misericordioso de Dios,
roguemos al Señor.

INTENCIÓN MISIONAL.–
Para que el Espíritu Santa haga surgir en nuestras comunidades numerosas vocaciones misioneras, dispuestas a consagrarse plenamente a difundir el Reino de Dios,
roguemos al Señor.


◄♥►ORACIÓN DE LOS FIELES

Al celebrar, hermanos, el amor infinito de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, supliquemos humildemente al Padre de la misericordia.

Para que mande operarios a su mies y ministros a su Iglesia,
roguemos al Señor.

Por la santa Iglesia de Dios nacida del Corazón de Cristo: para que anuncie a todos los pueblos el amor de Dios a los hombres,
roguemos al Señor.

Por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI: para que con firmeza de roca apostólica, gobierne paternalmente al pueblo santo de Dios,
roguemos al Señor.

Por todas laas naciones y sus habitantes: para que vivan en la justicia y se edifiquen en la caridad,
roguemos al Señor.

Por los que viven atribulados por las dificultades de esta vida: para que experimenten la protección de Dios,
roguemos al Señor.

Por los miembros de nuestra comunidad: para que sepamos amarnos mutuamente y reine entre nosotrosla humildad y la comprensión,
roguemos al Señor.

Por la Compañía de Jesús: para que continúe fielmente el camino de nuestro padre maestro Ignacio salvando y reclutando almas para la milicia del Dios Vivo y Verdadero.
roguemos al Señor.

Por las vocaciones a la Compañía de Jesús: para Cristo Jesús guíe nuestros pasos en su camino, para que le sigamos hasta la muerte, para que envíe a su Compañía siervos cada vez más generosos, para que nos provea de ministros de reconciliación y de paz, para que nos conceda operarios de su caridad, y para que nos otorgue perseverancia a los que ha llamado bajo el estandarte de su cruz,
roguemos al Señor.

Oremos.
Oh Dios, que nos has manifestado tu amor en el Corazón de tu Hijo: muéstranos también tu inmensa bondad escuchando las oraciones de tu pueblo.
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.


◄♥►DÍA  9: LA VIRGEN MARÍA

LECTURA EVANGÉLICA:
Lc 1, 26-32.
« A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una muchacha virgen prometida a un hombre llamado José, de la estirpe de David: la virgen se llamaba María. Él, entando ante ella, dijo: “Alégrate, la llena de gracia, el Señor está contigo”. Pero ella, ante esas palabras, se turbó, preguntándose qué podría ser ese saludo. El ángel le dijo: “No temas, María, cporque has encontrado gracia ante Dios. Mira, concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Este será grande: se llamará Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre”  ».


HOMILIA:
Si María es Madre de Cristo, y nosotros formamos con Él un solo cuerpo, consecuentemente ella es también Madre nuestra. Así lo publicó Cristo en la Cruz, dirigiéndose a Juan, « el discípulo que tanto quería », representante allí de todos nosotros, a quienes tanto quiere también. María es nuestra Madre porque nos da a Cristo, vida nuestra (cf. Jn 11, 25; 14, 6; 6, 54-57; 3, 36).

Por María nos viene la fuente de todas las gracias, Cristo; luego es natural que también nos han de venir por ella todas las gracias en particular. En prueba de esto, por ella hizo Cristo su primer milagro en las bodas de Caná, convirtiendo el agua en vino. Ella, Reina del cielo y Madre de la Iglesia, muestra su poder de reina y su amor de Madre siendo Medianera universal de todas las gracias. De la Cabeza a los miembros nos vienen a través de María. Por eso algún Santo Padre la llama “cuelo” del cuerpo místico.

Cuando el Corazón de Cristo en la Cruz no tiene ya más que darnos, nos da a su misma Madre. Para que nos alcance la vida y nos lleve a su Hijo. Con todo el amor y la gratitud de San Juan, recibámosla por siempre en nuestra casa para ser hijos suyos de verdad. Que nos gloriemos de ser sus hijos, y ella no tenga que avergonzarse nunca de ser nuestra Madre.

FUENTE:
● © 1966-2011 · P. José Luis de Urrutia Sasiaín, SJ, Nuevo Devocionario – Guía de caminantes, 2º Edición mejorada, Ediciones Studium [http://www.salterrae.es/] (Madrid, 1976 | ISBN: 84-293-1003-7), Páginas 151 – 152.


CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], “Un salto a la Luz” (En Él solo la esperanza, 1997):



◄♥►MEDITACIÓN DEL DÍA
TEMA:
• REPARACIÓN DEBIDA A LA DIVINIDAD.


DÍA:
• 9 de Junio.


COMPOSICIÓN DEL LUGAR:
• El mundo de las almas como una inmensa ciudad convertida en ruinas, que espera la restauración.


PETICIÓN:
• Redentor del mundo, repara las ruinas de mi alma y las de todas las almas.


PUNTO 1: CONCEPTO DE REPARACIÓN
El amor de Jesucristo a los hombres es incomensurable.

Ese amor merece correspondencia.

¿La recibe de los hombres?

Algunas almas buenas procuran corresponder a él en la medida de sus fuerzas.

La mayor parte de los hombres no corresponden a ese amor.

Al contrario, no lo tienen en cuenta; lo menosprecian y hasta lo ultrajan.

El amor que simboliza el Corazón de Jesús es un amor desagradecido, un amor ultrajado.

La ingratitud de los hombres entristeció a Jesucristo cuando era pasible.

Le angustió; le oprimió el corazón.

Fue como una herida moral en el corazón que puede estar simbolizada en la herida física que abrió en él la lanza del soldado.

Por eso el Corazón de Jesús simboliza el amor de Jesucristo a los hombres; pero un amor desagradecido, ultrajado.

La reparación es un aspecto fundamental del culto al Corazón de Jesús.

Es necesario tener una idea clara de la reparación.

Conocida su naturaleza se verá claramente que la reparación le es debida a Jesucristo, como Dios y como Redentor.

¿QUÉ ES LA REPARACIÓN?

El concepto de reparación es equivalente a reconstruir.

Reparar en el orden físico equivale a reconstruir.

Muchos monumentos artísticos ha destruído el odio de los ateos.

Algunos han sido reconstruídos, es decir, reparados.

Es famosa la reconstrucción de la Cámara Santa de Oviedo. Recinto venerable por su antigüedad y por las reliquias y joyas artísticas que atesora, de remota antigüedad y de valor incalculable.

Un día nefasto se colocó en los cimientos del edificio una carga potentísima de explosivos y el recinto venerable se derrumbó, sepultando entre los escombros los tesoros que guardaba.

Trabajosamente, pacientemente, las joyas y reliquias se desenterraron y se restauraron.

Pero había que hacer una labor más costosa para que la restauración fuera completa.

Entre los montones ingentes de escombros, había que buscar los restosde imágenes deshechas, los pedazos de columnas y capiteles triturados.

Trabajo improbo, pero se hizo.

Y la Cámara Santa quedó tan perfectamente restaurada, que al verla hoy, nadie sospecharía la tragedia sufrida.

Eso es reparar en el orden material.

En el terreno espiritual también hay edificios que se derrumban y que es necesario reparar.

Edificio espiritual es la amistad; y las amistades con frecuencia se deshacen.

Una ofensa, una injuria y la amistad antigua queda deshecha.

Se impone la restauración del edificio moral.

Eso es reparar.

Reparación también equivale a compensación.

En un platillo de la balanza se han echado ofensas.

Compensar es colocar en el otro platillo algo que contrarreste el peso que gravita en el platillo opuesto.

Lo que puede compensar son los actos contrarios.

Has ofendido a un amigo. Si quiees restablecer con él la amistad tienes que desagraviarle, darle una explicación, una satisfacción, pedirle humildemente perdón.

Esto es reparar.

Reconstruir lo que se había deshecho.

Compensar lo que se había faltado.

La reparación la exige Dios, la exige Jesucristo.

Todo pecado reclama reparación.

La exige Dios por todos los pecados que se cometen contra la divinidad.

La exige Jesucristo por todas las ingratitudes de los hombres para con Él, Dios hecho hombre, Redentor.



CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO:
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], “Me tocaste Jesús” (La Mesa de todos, Canto Litúrgico para la Celebración Comunitaria, 2º Edición, 2003):



PUNTO 2: EL CONCEPTO DE REPARACIÓN APLICADO A LA DIVINIDAD OFENDIDA
Apliquemos esta idea de reparación a Dios ofendido por el hombre.

El pecado es una ofensa que se hace a Dios. ofender a una persona es hacer algo que la desagrada, que hiere su dignidad.

El hombre debe amar a Dios. Debe amarle más que a todas las cosas creadas.

Así lo manda el mismo Dios: Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas.

Debe amarle porque lo merece, porque es infinitamente más amable que todas las criaturas, pues las perfecciones divinas son infinitamente más excelentes que las de todos los seres creados.

Debe amarle porque es el mayor bienhechor que tiene el hombre; y el agradecimiento se manifiesta con el amor.

Y ¿qué hace el hombre cuando peca? ―El pecado es averso a Deo et conversio ad creaturas.

Apartar el corazón de Dios y dirigirlo hacia las criaturas.

Amar el placer, amar el dinero, amar la honra más que a Dios…

Anteponer a Dios un bien creado… ¡Un bofetón al rostro de Dios! ¡Una herida a la dignidad divina! Esta ofensa, inferida a Dios, derrumba el edificio espiritual de la amistad y de la filiación divina.

La amistad entre Dios y el hombre se rompe.

Dios había adoptado inmerecidamente al hombre, por hijo suyo; ya no le reconce como tal…
Un edificio esplédido que se ha derrumbado y que necesita reparación.

El pecado, además de una ofensa, es una injuria que se hace a Dios. injuria, lesión de los derechos que tiene una persona. El hombre tiene derechos a la hacienda que es suya, a la honra, a la salud, a la vida.

Si se atropella alguno de esos derechos se le hace una injuria.

Dios tiene derechos sobre el hombre. Es creador suyo y tiene derecho a mandarle.

Dios ejercita estos derechos dando mandamientos al hombre.

Le manda lo que es necesario para que exista el orden moral.

Dios quiere que exista en la creación el orden físico y da leyes a los seres irracionales: a los minerales, a las plantas, a los animales… Les da leyes fijas que necesariamente han de cumplir.

Dios quiere también que haya orden moral entre los hombres y también les intima leyes: los diez mandamientos; lo necesario para que haya orden y paz en la sociedad humana.

Si los hombres cumplieran con exactitud los mandamientos de Dios, la tierra sería un paraíso.

Pero Dios le ha hecho al hombre libre; de modo que puede obedecer o desobedecer.

El hombre, por lo tanto, puede perturbar el orden moral que Dios quiere que exista.

Para urgir el mandamiento de sus leyes, Dios amenaza con un castigo.

Y ¿qué hace el hombre cuando peca?

Atropella los derechos que Dios tiene a mandarle; por consiguiente, le hace una injuria.

Rompe el orden moral que Dios quiere que exista, para los transgresores de su ley.

Rehacer esas ruinas que ha ocasionado el pecado. Restaurar el orden perturbado. Sufrir la pena merecida. Esto sería expiar.

El pecado destruye el edificio de la gloria de Dios.

La gloria externa de Dios consiste en que el hombre reconozca las divinas perfecciones y prácticamente demuestra la estima que esas divinas perfecciones merecen.

Que reconozca la amabilidad de Dios y le ame.

Que reconozca el dominio que Dios tiene sobre él y le sirva.

Y ¿qué hace el hombre cuando peca?

Le niega a Dios el amor que merece.

No reconoce el dominio que tiene sobre él y le desobedece.

El edificio de la gloria de Dios queda destruído.

El que voluntariamente ha causado un daño a otro tiene la obligación de repararlo… El que ha violado los derechos de otro, tiene obligación de repararlos.

El que ha ofendido a otro, tiene que darle una satisfacción, de modo que el ofendido quede satisfecho.

Dice Santo tomás: Satisface propiamente por una ofensa el que proporciona al ofendido algo que ama igual o más que lo que odió la ofensa”.

Esto reclama la justicia.

Por lo tanto, dondequiera que haya algún pecado, es necesaria la reparación.

Como siempre ha habido pecados en el mundo, siempre ha sido necesaria la reparación.

Como los pecados se multiplican cada vez más en la tierra, la reparación es cada vez más necesaria.

FUENTE:
● © 1966-2011 · P. Juan Rey, SJ, Luz, Meditaciones para todos los días del año siguiendo el ciclo litúrgico, Editorial Sal Terrae [http://www.salterrae.es/] (Santander, 1966), Tomo II, páginas 922 – 927.



CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO:
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], Camino de la cruz” (En Él solo la esperanza, 1997):




◄♥►LETANÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.
Ten piedad de nosotros.

Cristo, escúchanos.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Padre celestial.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo Redentor del Mundo.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Espíritu Santo.
Ten piedad de nosotros.

Trinidad Santa, un solo Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, de majestad infinita.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, templo santo de Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, digno de toda alabanza.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, saciado de oprobios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, traspasado por una lanza.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, fuente de toda consolación.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, delicia de todos los santos.
Ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.

Jesús, manso y humilde de corazón,
Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

OREMOS.―
Oh Dios, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que al rendirte el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor. ― Amén.


◄♥►JACULATORIA

Corazón de Jesús, por medio de mi Madre Santísima, en ti pongo toda mi confianza, y aunque todo lo temo de mi debilidad, todo lo espero de tu bondad.

A tu Corazón confío… (expóngase la petición). Míralo, después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo me entrego a ti, yo estoy seguro de tu Corazón!

¡¡¡SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, en Vos confío!!! (tres veces).

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