50mo Congreso Eucarístico Internacional, Dublín, Irlanda del 10 al 17 Junio 2012

jueves, 2 de junio de 2011

MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS ◄♥► DÍA 2 JUNIO 2011



◄♥►CONSAGRACION DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

(La Compañía de Jesús, llamada por especial voluntad revelada del Corazón de Jesús, a propagar su espiritualidad, se consagró total y perpetuamente el 1 de Enero de 1872, con esta fórmula que puede adaptarse a quien lo desee):

Jesús Redentor nuestro:

Venimos a tu presencia angustiados y afligidos, pero animados por el recuerdo de tus palabras: « VENID A MÍ TODOS LOS QUE SUFRÍS Y ESTÁIS OPRIMIDOS QUE YO OS ALIVIARÉ ». con el dolor que nos causan tantos males como presenciamos, nos trae a ti el deseo de repararlos y la gratitud por tantos beneficios como reconocemos haber recibido de tu Corazón. A esta fuente de gracias atribuimos singularmente el señalado favor de haber sido llamados a tu Compañía, y todos los bienes que de ella hemos recibido y los que la misma Compañía ha producido, desde su fundación hasta este día.

Queriendo, por lo tanto, que todo vuelva al principio y origen de donde procede, nosotros, aunque indignos de ser llamados compañeros tuyos, en presencia de la Inmaculada siempre Virgen María, de su espos el patriarca San José, de nuestro padre maestro San Ignacio de Loyola y de toda la corte celestial, ofrecemos y consagramos a tu Corazón todas nuestras personas, cuanto somos y tenemos, nuestros ministerios, nuestros trabajos y padecimientos; de todo lo cual queremos hacerle entera y perpetua consagración, para reparar las injurias y ofensas que se cometen contra tu divina Majestad, y para promover en nosotros y en todos los demás, tu mayor gloria. De este modo, esta Compañía, que tiene a honra llevar tu nombre, la tendrá también de estar enteramente consagrada a tu Corazón y de vivir de su misma vida.

Dígnate aceptar este holocausto y darnos graciapara ser siempre fieles a nuestras promesas, con el exacto cumplimiento de todas las reglas y constituciones de nuestro instituto.

Tú sabes, Señor, con qué rabia se esfuerza el infierno por oprimir a tu Iglesia y destruir nuestra Compañía; ten, pues, compasión de nosotros, hijos tuyos, que ponemos toda nuestra esperanza en ti. Sea tu Corazón nuestro escudo contra todos los ataques de nuestros enemigos y una nueva prenda de la gracia final, con la que, después de haber vivido constantemente en tu Corazón, podamos exhalar en él el último suspiro del nuestro.

Amén.


(Versión del 9 de Junio de 1972)

Oh Padre Eterno:

Mientras oraba Ignacio en la capilla de La Storta, quisiste Tú con singular favor aceptar la petición que por mucho tiempo él te hiciera por intercesión de Nuestra Señora: DE SER PUESTO CON TU HIJO. Le aseguraste también que serías su sostén al decirle: Yo estaré con vosotros. Llegaste a manifestar tu deseo de que Jesús portador de la Cruz lo admitiese como su servidor, lo que Jesús aceptó dirigiéndose a Ignacio con estas inolvidables palabras: QUIERO QUE TÚ NOS SIRVAS.

Nosotros, sucesores de aquel puñado de hombres que fueros los primeros COMPAÑEROS DE JESÚS, repetimos a nuestra vez la misma súplica de ser puestos con tu Hijo y de servir BAJO LA INSIGNIA DE LA CRUZ, en la que Jesús está clavado por obediencia, con el costado traspasado y el corazón abierto en señal de su amor a Ti y a toda la humanidad.

Renovamos la consagración de la Compañía al Corazón de Jesús y delante de la Cruz en la que Jesús nos entrega los tesoros de su corazón abierto, decimos hoy, por medio de Él y Él, desde lo más hondo de nuestro ser: TOMAD, SEÑOR, Y RECIBID TODA MI LIBERTAD, MI MEMORIA, MI ENTENDIMIENTO Y TODA MI VOLUNTAD, TODO MI HABER Y MI POSEER; VOS ME LO DÍSTEIS, A VOS, SEÑOR, LO TORNO; TODO ES VUESTRO, DISPONED A TODA VUESTRA VOLUNTAD; DADME VUESTRO AMOR Y GRACIA QUE ÉSTA ME BASTA.


◄♥►OFRECIMIENTO DIARIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ven Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras , en unión con él, por la redención del mundo.

Señor mío y Dios mío Jesucristo:

Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón, y me ofrezco contigo al Padre, mediante el Espíritu Santo, en tu santo sacrificio del altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu reino.

Te pido en especial por el Papa y las intenciones ha encomendado para este mes de Junio del 2011 al Apostolado de la Oración:

INTENCIÓN GENERAL.–
Para que los sacerdotes, unidos al Corazón de Cristo, siempre sean verdaderos testigos del amor solícito y misericordioso de Dios,
roguemos al Señor.

INTENCIÓN MISIONAL.–
Para que el Espíritu Santa haga surgir en nuestras comunidades numerosas vocaciones misioneras, dispuestas a consagrarse plenamente a difundir el Reino de Dios,
roguemos al Señor.


◄♥►ORACIÓN DE LOS FIELES

Al celebrar, hermanos, el amor infinito de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, supliquemos humildemente al Padre de la misericordia.

Para que mande operarios a su mies y ministros a su Iglesia,
roguemos al Señor.

Por la santa Iglesia de Dios nacida del Corazón de Cristo: para que anuncie a todos los pueblos el amor de Dios a los hombres,
roguemos al Señor.

Por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI: para que con firmeza de roca apostólica, gobierne paternalmente al pueblo santo de Dios,
roguemos al Señor.

Por todas laas naciones y sus habitantes: para que vivan en la justicia y se edifiquen en la caridad,
roguemos al Señor.

Por los que viven atribulados por las dificultades de esta vida: para que experimenten la protección de Dios,
roguemos al Señor.

Por los miembros de nuestra comunidad: para que sepamos amarnos mutuamente y reine entre nosotrosla humildad y la comprensión,
roguemos al Señor.

Por la Compañía de Jesús: para que continúe fielmente el camino de nuestro padre maestro Ignacio salvando y reclutando almas para la milicia del Dios Vivo y Verdadero.
roguemos al Señor.

Por las vocaciones a la Compañía de Jesús: para Cristo Jesús guíe nuestros pasos en su camino, para que le sigamos hasta la muerte, para que envíe a su Compañía siervos cada vez más generosos, para que nos provea de ministros de reconciliación y de paz, para que nos conceda operarios de su caridad, y para que nos otorgue perseverancia a los que ha llamado bajo el estandarte de su cruz,
roguemos al Señor.

Oremos.
Oh Dios, que nos has manifestado tu amor en el Corazón de tu Hijo: muéstranos también tu inmensa bondad escuchando las oraciones de tu pueblo.
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.


◄♥►DÍA 2: LA CREACIÓN

LECTURA EVANGÉLICA:
Jn 1, 1-11.
« En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Él, en el principio, estaba en Dios. Todo se hizo por Él, y sin Él no se hizo nada de lo que se ha hecho. En Él había vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brillaba en la tiniebla, la tiniebla no se ha apoderado de Él. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía para testimonio, para atestiguar sobre la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz sino para atestiguar sobre la luz. Estaba la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, y el mundo se hizo por ella, y el mundo no la conoció. Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron ».


HOMILIA:
El primer misterio del amor de Dios es el habernos creado, solamente por nuestro bien y para que le demos gloria. La creación de este universo fantástico e inconmensurable; la creación de nuestros primeros padres y de todo el género humano; la creación de mi alma y de mi cuerpo, progresivamente formado. Mi existencia, primer don y fundamento de todos los demás. ¿No hemos dedar gracias a Dios?, ¿y de darle gloria, reconociéndole con admiración en sus criaturas? Todo hombre que no lo haga es inexcusable, según San Pablo (Rom 1, 20).

El hombre ha de colaborar con Dios en su obra creadora, pues « por Dios ha sido constituido señor de toda la creación visible para gobernarla y usarla glorificando a Dios ». Por ello, « hemos de consagrar el mundo a Dios con nuesta vida santa en todas partes » [1].

La desobediencia al Creador es el pecado. Entonces es el mismo Creador quien viene a los suyos para redimirnos. ¿Pero le recibimos hoy en el mundo? « Padre nuestro: santificado sea tu nombre ». ¿Y qué mejor forma de santificarlo que las consagraciones públicas a su Corazón?


FUENTE:
● © 1966-2011 · P. José Luis de Urrutia Sasiaín, SJ, Nuevo Devocionario – Guía de caminantes, 2º Edición mejorada, Ediciones Studium [http://www.salterrae.es/] (Madrid, 1976 | ISBN: 84-293-1003-7), Páginas 142 – 143.


CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], “Un salto a la Luz” (En Él solo la esperanza, 1997):



◄♥►MEDITACIÓN DEL DÍA
TEMA:
• Amor simbolizado en el Corazón de Jesús.


DÍA:
• 2 de Junio.


COMPOSICIÓN DEL LUGAR:
• Jesucristo que dice mostrándose su corazón: TE HE AMADO CON AMOR ETERNO.


PETICIÓN:
• Que conozca el amor simbolizado en el Corazón de Jesús para que lo agradezca y corresponda a él.


PUNTO 1: EL CORAZÓN, SÍMBOLO DEL AMOR
El corazón físico de Jesús merece el mismo culto que la persona de Jesucristo: culto de latría.

Pero en la devoción al Corazón de Jesús veneramos ese corazón, no sólo porque es parte del cuerpo de Jesucristo.

Lo veneramos porque es símbolo del amor de Jesucristo.

El corazón siempre se ha considerado como símbolo del amor.

¿Por quérazón?

Antiguamente se creía que el corazón era el órgano del amor sensible.

Como el ojo es el órgano de la vista y el oído es el órgano de la audición, se creía que el corazón era el órgano del amor sensible y de todos los afectos del apetito sensitivo.

Por eso se escogió el corazón como símbolo del amor.

Decir corazón equivalía a decir amor.

Decir mucho corazón equivalía a decir mucha capacidad de amor.

Últimamente se cree que el corazón solo no es el órgano del amor.

Sin embargo, se admite que el amor y todos los afectos sensibles repercuten de alguna manera en el corazón.

Se sigue creyendo que el corazón físico, miembro del cuerpo humano, está íntimamente unido con la vida afectiva del hombre.

Por eso el corazón físico de Jesús se considera como símbolo real y natural del amor de Jesucristo.

Y al dar culto al corazón de Jesús damos culto al amor simbolizado en él.


CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO:
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], “Me tocaste Jesús” (La Mesa de todos, Canto Litúrgico para la Celebración Comunitaria, 2º Edición, 2003):



PUNTO 2: AMORES SIMBOLIZADOS EN EL CORAZÓN DE JESÚS
En Jesucristo existen varios amores.

Es Dios perfecto y Hombre perfecto.

Por consiguiente, hay en Él amor divino y amor humano.

Jesucristo ama como Dios y ama como hombre.

Pero en el hombre hay dos clases de amores: uno espiritual, propio del alma.

La facultad de ese amor es la voluntad.

Otro sensible, propio del organismo animado por el alma.

El órgano de este amor se llama en filosofía apetito sensitivo; aunque no se ha localizado con certeza.

Se pregunta ¿qué amor está simbolizado en el corazón de Jesús?

¿Qué amor de Jesucristo veneramos cuando damos culto al Corazón de Jesús?

Han existido varias opiniones. Unos decían:

Se da culto solamente al amor; y se prescinde del corazón físico.

Otros excluían o relegaban a segundo término el amor divino de Jesucristo; y decían que solamente o principalmente se venera su amor humano.

Otros restringían más ese amor simbolizado en el Corazón de Jesús; y excluían o relegaban a segundo término el amor humano de Jesucristo a su Eterno Padre. Se fijaban solamente en el amor humano de Jesucristo a los hombres.

Después de la Encíclica Hauretis aquas , [2] todas estas opiniones se han desvanecido.

La doctrina pontificia es clara:

Se venera y se da culto al corazón físico de Jesús, que pertenece a una persona divina y es digno de toda veneración.

Se da culto a ese corazón como símbolo natural de todo el amor de Jesucristo; mejor dicho, de todos los amores de Jesucristo.

Todos sus amores están simbolizados en su corazón.

A todos los veneramos en ese corazón divino.

El amor divino y el amor humano.

El amor humano espiritual de su alma; y el amor sensible de su apetito sensitivo.

La naturaleza humana y divina están íntimamente unidas en la persona de Jesucristo.

En el Corazón de Jesús está simbolizado no sólo el amor humano de Jesucristo; está simbolizado también su amor divino.

Ese corazón está unido a la divinidad.

Es el corazón de una persona divina.

Puede decirse que la caridad divina nos ha amado con él.


CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO:
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], Camino de la cruz” (En Él solo la esperanza, 1997):



PUNTO 3: EL CULTO AL CORAZÓN DE JESÚS
En el culto al Corazón de Jesús se venera por lo tanto:

El corazón físico, digno de toda veneración.

Se da culto a ese corazón en cuanto es símbolo natural de todo el amor de Jesucristo: de su amor divino y de su amor humano; de su amor a Dios y a los hombres.

Es el corazón de una Persona divina.

Se da culto al amor divino de Jesucristo; que le es común con las divinas personas.

Por consiguiente, al amor que ha profesado y profesa al Eterno Padre.

Al amor divino con que ama a los hombres.

Se daculto también al amor humano de Jesucristo: al amor espiritual y al amor sensible.

Todo ese amor merece correspondencia por parte de los hombres.

Y, sin embargo, ese amor no es correspondido, es desamado, es ofendido.

En el culto al corazón físico de Jesús es digno de ser honrado.

El amor de Jesucristo menospreciado por los hombres reclama reparación.

Todo esto pretende el culto al Corazón de Jesús.

Devoción solidísima, que no se apoya en revelaciones particulares, que tiene como base fundamentos teológicos solidísimos.

Esencia del cristianismo, que es religión de amor.

Y después del Vaticano II ¿qué piensa la Iglesia?

Responde Pablo VI: “En dos ocasiones hemos creído nuestro deber recordar la actualidad y la urgencia de esta devoción en la Iglesia, la necesidad de no dejarla debilitar en el alma de los fieles. El amor y la reparación, dos características de todos los tiempos, hoy son no dudamos decirlo―, más actuales que nunca… El misterio de la Iglesia evidenciado con tan viya luz por el Concilio, no puede ser comprendido debidamente, si las almas no ponen su atención en este amor eterno del Verbo encarnado, del cual es símbolo manifiesto el Corazón de Cristo herido” (14 de Junio de 1966) [3].

FUENTE:
● © 1966-2011 · P. Juan Rey, SJ, Luz, Meditaciones para todos los días del año siguiendo el ciclo litúrgico, Editorial Sal Terrae [http://www.salterrae.es/] (Santander, 1966), Tomo II, páginas 893 – 896.


◄♥►LETANÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.
Ten piedad de nosotros.

Cristo, escúchanos.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Padre celestial.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo Redentor del Mundo.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Espíritu Santo.
Ten piedad de nosotros.

Trinidad Santa, un solo Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, de majestad infinita.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, templo santo de Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, digno de toda alabanza.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, saciado de oprobios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, traspasado por una lanza.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, fuente de toda consolación.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, delicias de todos los santos.
Ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.

Jesús, manso y humilde de corazón,
Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

OREMOS.―
Oh Dios, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que al rendirte el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor. ― Amén.


◄♥►JACULATORIA

Corazón de Jesús, por medio de mi Madre Santísima, en ti pongo toda mi confianza, y aunque todo lo temo de mi debilidad, todo lo espero de tu bondad.

A tu Corazón confío… (expóngase la petición). Míralo, después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo me entrego a ti, yo estoy seguro de tu Corazón!

¡¡¡SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, en Vos confío!!! (tres veces).


* * * * * 

NOTAS:

[1] Concilio Vaticano II: Constitución Pastoral « Gaudium et spes » sobre la Iglesia en el mundo actual, n. 13: http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651207_gaudium-et-spes_sp.html; y Constitución Dogmática « Lumen gentium » sobre la Iglesia, n. 34: http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19641121_lumen-gentium_sp.html

[2] Pío XII, Carta Encíclica « Haurietis aquas » sobre el Culto al Sagrado Corazón de Jesús: http://www.vatican.va/holy_father/pius_xii/encyclicals/documents/hf_p-xii_enc_15051956_haurietis-aquas_sp.html

[3] “Cristo vivo nos sigue amando todavía ahora, hoy, y nos presenta su corazón como la fuente de nuestra redención: « Semper vivens ad interpellandum pro nobis" » (Heb 7, 25). En todo momento nos envuelve, a nosotros y al mundo entero, el amor de este corazón « que tanto ha amado a los hombres y que es tan poco correspondido por ellos ».

« Vivo », dice San Pablo, « en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí » (Gál 2, 20). La meditación del amor del Señor pasa necesariamente por la meditación de su pasión: « se entregó por mí ». Esto implica que cada uno tome conciencia no sólo del pecado del mundo en general, sino de este pecado por el que cada uno está realmente implicado, de forma negativa, en los sufrimientos del Señor.

Esta meditación del amor manifestado en la pasión, debe conducirnos también a vivir de acuerdo con las exigencias del bautismo, con esta purificación de nuestro ser mediante el agua brotada del corazón de Cristo; a vivir de acuerdo con la llamada que, por su gracia, nos dirige cada día. Que ahora El nos conceda « vigilar y orar » para no caer en la tentación. Que nos conceda entrar espiritualmente en su misterio; tener nosotros, como dice San Pablo, los sentimientos de Cristo Jesús... « que se hizo obediente hasta la muerte » (Flp 2, 5-8).

Así somos llamados a responder plenamente a su amor, a consagrarle nuestras actividades, nuestro apostolado, toda nuestra vida.

No estamos llamados sólo a meditar y a contemplar este misterio del amor de Cristo; estamos llamados a participar en él. Es el misterio de la Sagrada Eucaristía, centro de nuestra fe, centro del culto que rendimos al amor misericordioso de Cristo manifestado en su Sagrado Corazón, misterio adorado día y noche aquí en esta basílica, que de esta manera se convierte en uno de esos centros de donde el amor y la gracia del Señor irradian misteriosa pero realmente sobre vuestra ciudad, sobre vuestro país y sobre todo el mundo redimido.

En la Sagrada Eucaristía celebramos la presencia siempre nueva y activa del único sacrificio de la cruz, en el que la redención se hace acontecimiento eternamente presente, indisolublemente ligado a la intercesión misma del Salvador.

En la Sagrada Eucaristía comulgamos con el mismo Cristo, único sacerdote y única hostia, que nos arrastra en el movimiento de su ofrenda y de su adoración, El que es la fuente de toda gracia.
En la Sagrada Eucaristía —ése es también el sentido de la adoración perpetua—, entramos en este movimiento del amor de donde fluye todo progreso interior y toda eficacia apostólica: « Cuando fuere levantado de la tierra, atraeré todos a mí » (Jn 12, 32)”.

Beato Papa Juan Pablo II, Visita Pastoral a París y Lisieux, Francia, Alocución en la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre, n. 3 – 4: http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/1980/june/documents/hf_jp-ii_spe_19800601_montmartre-paris_sp.html

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