50mo Congreso Eucarístico Internacional, Dublín, Irlanda del 10 al 17 Junio 2012

jueves, 16 de junio de 2011

MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS ◄♥► DÍA 16 JUNIO 2011



◄♥►CONSAGRACION DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

(La Compañía de Jesús, llamada por especial voluntad revelada del Corazón de Jesús, a propagar su espiritualidad, se consagró total y perpetuamente el 1 de Enero de 1872, con esta fórmula que puede adaptarse a quien lo desee):

Jesús Redentor nuestro:

Venimos a tu presencia angustiados y afligidos, pero animados por el recuerdo de tus palabras: « VENID A MÍ TODOS LOS QUE SUFRÍS Y ESTÁIS OPRIMIDOS QUE YO OS ALIVIARÉ ». con el dolor que nos causan tantos males como presenciamos, nos trae a ti el deseo de repararlos y la gratitud por tantos beneficios como reconocemos haber recibido de tu Corazón. A esta fuente de gracias atribuimos singularmente el señalado favor de haber sido llamados a tu Compañía, y todos los bienes que de ella hemos recibido y los que la misma Compañía ha producido, desde su fundación hasta este día.

Queriendo, por lo tanto, que todo vuelva al principio y origen de donde procede, nosotros, aunque indignos de ser llamados compañeros tuyos, en presencia de la Inmaculada siempre Virgen María, de su espos el patriarca San José, de nuestro padre maestro San Ignacio de Loyola y de toda la corte celestial, ofrecemos y consagramos a tu Corazón todas nuestras personas, cuanto somos y tenemos, nuestros ministerios, nuestros trabajos y padecimientos; de todo lo cual queremos hacerle entera y perpetua consagración, para reparar las injurias y ofensas que se cometen contra tu divina Majestad, y para promover en nosotros y en todos los demás, tu mayor gloria. De este modo, esta Compañía, que tiene a honra llevar tu nombre, la tendrá también de estar enteramente consagrada a tu Corazón y de vivir de su misma vida.

Dígnate aceptar este holocausto y darnos graciapara ser siempre fieles a nuestras promesas, con el exacto cumplimiento de todas las reglas y constituciones de nuestro instituto.

Tú sabes, Señor, con qué rabia se esfuerza el infierno por oprimir a tu Iglesia y destruir nuestra Compañía; ten, pues, compasión de nosotros, hijos tuyos, que ponemos toda nuestra esperanza en ti. Sea tu Corazón nuestro escudo contra todos los ataques de nuestros enemigos y una nueva prenda de la gracia final, con la que, después de haber vivido constantemente en tu Corazón, podamos exhalar en él el último suspiro del nuestro.

Amén.


(Versión del 9 de Junio de 1972)

Oh Padre Eterno:

Mientras oraba Ignacio en la capilla de La Storta, quisiste Tú con singular favor aceptar la petición que por mucho tiempo él te hiciera por intercesión de Nuestra Señora: DE SER PUESTO CON TU HIJO. Le aseguraste también que serías su sostén al decirle: Yo estaré con vosotros. Llegaste a manifestar tu deseo de que Jesús portador de la Cruz lo admitiese como su servidor, lo que Jesús aceptó dirigiéndose a Ignacio con estas inolvidables palabras: QUIERO QUE TÚ NOS SIRVAS.

Nosotros, sucesores de aquel puñado de hombres que fueros los primeros COMPAÑEROS DE JESÚS, repetimos a nuestra vez la misma súplica de ser puestos con tu Hijo y de servir BAJO LA INSIGNIA DE LA CRUZ, en la que Jesús está clavado por obediencia, con el costado traspasado y el corazón abierto en señal de su amor a Ti y a toda la humanidad.

Renovamos la consagración de la Compañía al Corazón de Jesús y delante de la Cruz en la que Jesús nos entrega los tesoros de su corazón abierto, decimos hoy, por medio de Él y Él, desde lo más hondo de nuestro ser: TOMAD, SEÑOR, Y RECIBID TODA MI LIBERTAD, MI MEMORIA, MI ENTENDIMIENTO Y TODA MI VOLUNTAD, TODO MI HABER Y MI POSEER; VOS ME LO DÍSTEIS, A VOS, SEÑOR, LO TORNO; TODO ES VUESTRO, DISPONED A TODA VUESTRA VOLUNTAD; DADME VUESTRO AMOR Y GRACIA QUE ÉSTA ME BASTA.


◄♥►OFRECIMIENTO DIARIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ven Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras , en unión con él, por la redención del mundo.

Señor mío y Dios mío Jesucristo:

Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón, y me ofrezco contigo al Padre, mediante el Espíritu Santo, en tu santo sacrificio del altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu reino.

Te pido en especial por el Papa y las intenciones ha encomendado para este mes de Junio del 2011 al Apostolado de la Oración:

INTENCIÓN GENERAL.–
Para que los sacerdotes, unidos al Corazón de Cristo, siempre sean verdaderos testigos del amor solícito y misericordioso de Dios,
roguemos al Señor.

INTENCIÓN MISIONAL.–
Para que el Espíritu Santa haga surgir en nuestras comunidades numerosas vocaciones misioneras, dispuestas a consagrarse plenamente a difundir el Reino de Dios,
roguemos al Señor.


◄♥►ORACIÓN DE LOS FIELES

Al celebrar, hermanos, el amor infinito de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, supliquemos humildemente al Padre de la misericordia.

Para que mande operarios a su mies y ministros a su Iglesia,
roguemos al Señor.

Por la santa Iglesia de Dios nacida del Corazón de Cristo: para que anuncie a todos los pueblos el amor de Dios a los hombres,
roguemos al Señor.

Por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI: para que con firmeza de roca apostólica, gobierne paternalmente al pueblo santo de Dios,
roguemos al Señor.

Por todas laas naciones y sus habitantes: para que vivan en la justicia y se edifiquen en la caridad,
roguemos al Señor.

Por los que viven atribulados por las dificultades de esta vida: para que experimenten la protección de Dios,
roguemos al Señor.

Por los miembros de nuestra comunidad: para que sepamos amarnos mutuamente y reine entre nosotrosla humildad y la comprensión,
roguemos al Señor.

Por la Compañía de Jesús: para que continúe fielmente el camino de nuestro padre maestro Ignacio salvando y reclutando almas para la milicia del Dios Vivo y Verdadero.
roguemos al Señor.

Por las vocaciones a la Compañía de Jesús: para Cristo Jesús guíe nuestros pasos en su camino, para que le sigamos hasta la muerte, para que envíe a su Compañía siervos cada vez más generosos, para que nos provea de ministros de reconciliación y de paz, para que nos conceda operarios de su caridad, y para que nos otorgue perseverancia a los que ha llamado bajo el estandarte de su cruz,
roguemos al Señor.

Oremos.
Oh Dios, que nos has manifestado tu amor en el Corazón de tu Hijo: muéstranos también tu inmensa bondad escuchando las oraciones de tu pueblo.
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.


◄♥►DÍA  16: EL AGRADECIMIENTO AL SEÑOR

LECTURA EVANGÉLICA:
Lc 19, 2-8.
“Y en esto, un hombre llamado zaqueo, que era jefe de publicanos y muy rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no podía, por la gente, porque era pequeño de estatura. Corrió a adelantarse, y se subió a un sicomoro para verle, porque iba a pasar por allí. Y Jesús, cuando llegó al sitio, levantando la mirada hacia él, le dijo: « Zaqueo, baja de prisa, porque hoy debo quedarme en tu casa » Él bajó corriendo y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban: Entra a hospedarse con un hombre pecador. Pero Zaqueo se puso ante el Señor y dijo: ‘Mira, la mitad de mis bienes, Señor, la doy a los pobres, y si he defraudado a alguien, le devuelvo cuatro veces más’”.


HOMILIA:
Merece particular consideración este capítulo fundamental de la oración. ¿NOS DAMOS CUENTA DE CUÁNTAS COSAS BUENAS HEMOS RECIBIDO Y CONSTANTEMENTE RECIBIMOS DE DIOS? ¿QUÉ SENTIMOS NOSOTROS SI CON TODO CARIÑO NOS VOLCAMOS BENEFICIANDO A UNA PERSONA, Y LUEGO NI NOS DA LAS GRACIAS? ¿PUES QUÉ SENTIRÁ EL CORAZÓN DE CRISTO, QUE NOS HA CREDO, HASTA HA SIDO TRASPASADO POR NOSOTROS, Y NI SE LO AGRADECEMOS? Pensemos un momento cómo deberáimos estar reconocidos y archiagradecidos a tanto bien recibido, y con tan imponderable amor. Como deberíamos decir, siguiendo el ejemplo de Zaqueo, agradecidos y penetrados de afecto: TOMA Y RECIBE, SEÑOR, TODO CUANTO SOY Y TENGO. TÚ ME LO HAS DADO, Y EN AGRADECIMIENTO, YO LO PONGO EN TUS MANOS PARA USARLO SÓLO COMO TÚ QUIERAS.

Recordarlo, y decrilo, y sentirlo: al abrir nuestros ojos a los millones de distintos rayos que captamos, al realizar los miles de movimientos de nuestro cuerpo, al notar el calor del sol y la caricia de la brisa, al vernos reyes de los incontablesproductos de la naturaleza y de la industria, al adquirir nuevos conocimientos y experiencias, al estar con las personas queridas… ¡al pensar que somos hijos de Dios y esperar la posesión plena de su indecible felicidad! Aun cuando nos falte algo ¿CAEMOS EN LA CUENTA DE TODO LO DEMÁS QUE TENEMOS?


FUENTE:
● © 1966-2011 · P. José Luis de Urrutia Sasiaín, SJ, Nuevo Devocionario – Guía de caminantes, 2º Edición mejorada, Ediciones Studium [http://www.salterrae.es/] (Madrid, 1976 | ISBN: 84-293-1003-7), Páginas 160 – 161.


CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], “Un salto a la Luz” (En Él solo la esperanza, 1997):



◄♥►MEDITACIÓN DEL DÍA
TEMA:
• LAS LÁGRIMAS DE JESÚS.


DÍA:
• 16 de Junio.


COMPOSICIÓN DEL LUGAR:
• Jesús llorando ante el sepulcro de su amigo Lázaro y ante Jerusalén, la pecadora.


PETICIÓN:
• Señor, que mi conducta, no arranque lágrimas a tu Corazón. Y si alguna vez lloras por mí, que tus lágrimas no sean para mí castigo, como fueron para Jerusalén; que sean resurrección y vida como fueron para Lázaro.


PUNTO 1: EL LENGUAJE DE LAS LÁGRIMAS
Lenguaje muy expresivo para significar los sentimientos del corazón son las lágrimas.

Las lágrimas son palabras del corazón.

Ellas nos dicen si un corazón es sensible o no lo es.

Es la mejor manera de expresar el sentimiento.

Se puede decir a una persona: me has disgustado; pero el mejor modo de decírselo es el llanto.

Ojos que lloran, corazón que siente.

Cuando no lloran los ojos, puede ser que sienta el corazón; pero no lo podemos asegurar.

Las lágrimas son más significativas en el hombre que en la mujer.

La mujer llora fácilmente, porque tiene un corazón muy sensible; a veces excesivamente sensible… y llora sin motivo.

A la mujer le gusta que sus lágrimas salgan al exterior. Sabe que es el arma más fuerte que puede manejar y echa mano de ella siempre que quiere conseguir algo.

Pero el hombre se avergüenza de que sus lágrimas salgan al exterior. Por eso se dice acertadamente: que el hombre llora por dentro.

Si esto es así, cuando vemos que un hombre juicioso y serio llora, deducimos que su sentimiento es muy profundo.

Y ¿qué dicen las lágrimas?

Afirma San Agustín que son la sangredel corazón.

Porque es verdad que alguna vez la alegría del corazón hace brotar lágrimas a los ojos; pero casi siempre, cuando los ojos lloran, es señal de que sangra elcorazón.

Sin duda que Jesucristo sonreiría muchas veces.

Era hombre perfecto.

Su corazón era un arpa con todas las cuerdas que tiene el corazón humano.

Sonreiría Jesús a su Madre Santísima y a su fiel custodio San José. Sonreiría a los niños que le buscaban y le subían al regazo, pues les amaba mucho. Sonreiría al oír algunas ocurrencias de sus apóstoles, almas ignorantes y sencillas.

La sonrisa del Corazón de Jesús muchas veces se asomaría a su rostro, pero el evangelio nada nos dice de estas sonrisas, sólo nos habla de sus lágrimas.

Es que Jesús tenía más razones para llorar que para reír, porque los hombres le proporcionamos más disgustos que alegrías.

Jesús lloró. Vino a vivir a un valle de lágrimas en el que todos los hombres lloran; y Él tenía que llorar también para que en todo fuera hermano nuestro.

Quiso decirnos que llorar no es vergonzoso, ni en el hombre ni en la mujer, cuando es digna la causa del llanto.

Sin duda que Jesús lloró cuando son niños.

Lloraría Jesús cuando niño.

Lloraría conscientemente.

Lloraría por los que ríen y gozan debiendo llorar.

Lloraría cuando mayor, a solas en la oración.

¡Tenía tanto motivos para llorar!

El pecado merece ser llorado… Así lo dijo el mismo Jesús a las mujeres de Jerusalén: « llorad por vosotras y por vuestros hijos ».

Jesús venía a expiar los pecados de los hombres y eran innumerables esos pecados.

Todos ellos los había cargado sobre su corazón y le apretaráin y ahogarían y le harían expremir lágrimas muchas veces. ¡Cómo no, si en el huerto de los Olivos le hicieron exprimir sangre!

San Pablo nos dice que Jesucristo lloró: “Jesús como Sacerdote Eterno, en los días de su vida mortal ofreció al que podía salvarle de la muerte, súplicas y plegarias con gran clamor y lágrimas” (Heb 14, 36).

Esos clamores y lágrimas fueron principalmente en los momentos supremos del sacrificio: en el huerto de los olivos, en la pasión, en el Calvario.

El evangelio habla dos veces del llanto de Jesús.

Lloró Jesús delante del sepulcro de Lázaro.

Lloró a la vista de Jerusalén.



CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO:
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], “Me tocaste Jesús” (La Mesa de todos, Canto Litúrgico para la Celebración Comunitaria, 2º Edición, 2003):



PUNTO 2: EL LLANTO POR LÁZARO
Lloró Jesús en la muerte de su amigo Lázaro.

Lázaro, el amigo de Jesús, había muerto.

Lázaro, el que tantas veces le había hospedado en su casa de Betania, juntamente con sus hermanas Marta y María.

La casa de Betania, para Jesús, era como su propia casa; y aquella casa estaba enlutada y triste.

Lázaro, su amigo, hacía cuatro días estaba sepultado.

Llegó Jesús a la casa de sus amigos y al ver llorar a las hermanas de Lázro, Él se conturbó y se conmovió también.

¿Qué divino y qué humano es el Corazón de Jesús!

Se dirige Jesús hacia el sepulcro de Lázaro y al llegar no puede contenerse más. Tanto se conmovió que las lágrimas brotaron del corazón y salieron por los ojos.

Tanto lloraba Jesús que los circunstantes decían:

―Mirad cómo lo amaba.

Qué profundidades de Corazón de Jesús descubren estas lágrimas.

¿Quién dirá que Jesucristo no ama a sus amigos?

Te quejas de que no te ama a ti.

Examínate primero si eres tan fiel amigo de Jesús como era Lázaro.

¿LE TRATAS COMO LE TRATABA LÁZARO?

¿LE RECIBES EN TU ALMA COMO ÉL LE RECIBÍA EN SU CASA?

¿TE DESVIVES COMO ÉL POR COMPLACERLE, O, AL CONTRARIO, TODOS LOS DÍAS Y MUCHAS VECES AL DÍA LE ESTÁS DANDO DISGUSTOS CON TUS FALTAS Y TUS PECADOS?

Si eres amigo verdadero de Jesús, no lo dudes… te ama como amó a Lázaro… Siente tus desgracias como sintió las de Lázaro.

Ya oigo la objeción que salta inmediatamente de tus labios.

A Lázaro le resucitó… y amí no me quita los sufrimientos.

Si piensas así, permíteme que te diga: que no eres muy amigo de Jesús; que eres más amigo de ti mismo que de Él.

Todos, todos los amigos verdaderos de Jesús han deseado y desean sufrir con Él y por Él.

Lee la vida de los santos, que son verdaderos amigos de Jesús y mira si encuentras alguno que no haya deseado sufrir.

Cuando una persona se queja diciendo: qué cruel es Dios conmigo, cuánto me hace sufrir; en seguida podemos pensar de ella: esta alma no es muy amiga de Jesucristo, aunque ella diga que sí.

Es verdad que a Lázaro le resucitó entonces.

Aquel milagro fue entonces y sigue siendo siempre el más convincente de todos los que hizo Jesús para probar su divinidad.

Pocos años después, Jesús seguía amando a Lázaro lo mismo que antes; y le dejó morir… y no le volvió a resucitar.

Si Jesús quitara todos los sufrimientos y no dejara morir a sus amigos, todos los hombres le seguirían… pero ¿LE SEGUIRÍAN POR PURO AMOR O LE SEGUIRÍAN POR EGOÍSMO?

Y Jesucristo quiere que se le siga más desinteresadamente, porque así se demuestra el verdadero amor.

Lo que debes aprender de las lágrimas de Jesús ante el sepulcro de su amigo Lázaro es: que si tú eres verdadero amigo de Jesús, el Corazón de Jesús siente tus desgracias, llora cuando tú lloras; y cuando vea que conviene aliviarte, ciertamente lo hará.

¿NO TE AGRADA QUE TUS AMIGOS SE ENTRISTEZCAN Y LLOREN CONTIGO? ¿NO TE CONSUELA ESTO?

Si eres amigo de Jesús, piensa que Él, el mejor de los amigos, te acompaña en la tribulación… y llora contigo como lloró junto al sepulcro de Lázaro.

Y ahora una aplicación alegórica.

Quien lloró ante el cadáver del cuerpo de un amigo, más llorará ante el cadáver del alma; porque Jesús estima incomparablemente más las almas muy amigas suyas.

Y le sucede a Jesús que almas muy amigas suyas, que le hospedaron muchas veces sacramentado, sucumben a la tentación y mueren.

Jesús llora ante su sepulcro.

El Corazón deJesús siente su desgracia.

A las almas, sí, a las almas quiere volverlas a la vida y ellas no quieren resucitar.

Las llama y permanecen insensibles.

Con la voz de la conciencia les dice: alma, reconoce tu desgracia.

Alma, yo soy la resurrección y la vida ; y el alma no responde.

Esto sí que le entristece al Corazón de Jesús.

Es un alma que trató con tanto cariño, que le favoreció tanto, la enriqueció tanto y ella… también le amó antes sinceramente… fue pura y se la robaron y se la mataron y se la han metido en un sepulcro profundo.

Esto arranca lágrimas a los ojos de Cristo y le hace sangrar el corazón.

Por eso nos le presenta cercado de espinas y alanceado, y se queja de la ingratitud de los hombres.

Eso debe entristecer tu corazón: eso debe hacerte llorar lágrimas de arrepentimiento: tus pecados, la muerte de tu alma; eso debe hacerte llorar lágrimas de expiación, los pecados del mundo, la muerte de las almas de los demás.

Eso quiere el Corazón de Jesús de sus devotos: que sientan y lloren lo que Él sintió y lloró.



CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO:
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], Camino de la cruz” (En Él solo la esperanza, 1997):


PUNTO 3: ANTE JERUSALÉN
En otras circunstancias bien solemnes lloró también Jesucristo. En el momento de su mayor triunfo, el domingo de Ramos, a la vista de Jerusalén.

Una muchedumbre inmensa le conducía en triunfo, alfombraba el suelo con los mantos y las ramas de los árboles y atronaba los aires con vítores y aclamaciones. Y llegó Jesús a la vista de Jerusalén, ciudad hermosa: con su doble recinto de murallas, con la torre Antonia, nido de la guarnición romana, con las tres torres que defendían el palacio de Herodes, a juicio de Tito, inexpugnables. Ciudad hermosa y ciudad santa, con la grandiosa mole del templo, blanca como una montaña de nieve por los mármoles de sus muros, resplandeciente como un ascua de fuego por las chapas de oro que recubrían sus tejados y centellaban heridas por el sol.

Ante este espectáculo grandioso, Jesús rompió a llorar con admiración de todos los acompañantes.

¿QUÉ PUDO SENTIR EN AQUELLOS MOMENTOS EL CORAZÓN DE JESÚS QUE SE ASOMÓ A LOS OJOS DESHECHO EN LÁGRIMAS?

Él mismo nos lo dirá.

¡Jerusalén, Jerusalén! Cuántas veces te quise cobijar como la gallina cobija a sus polluelos y tú no has querido...

Tus enemigos te ceñirán con foso y te cercarán y te estrecharán por todas partes y te abatirán a ti y a tus hijos y no dejarán de ti piedra sobre piedra.

Setenta años más tarde, Tito, general romano, llegaría con sus legiones a las puertas de Jerusalén, allí donde estaba llorando Jesús, y cercaría la ciudad con un muro de 7.215 metros, construído en solo tres días con el fin de rendir a la ciudad por hambre.

Las escenas más desgarradoras tendrían lugar en la ciudad cercada; y al fin entrarían los romanos en ella y toda aquella magnificencia quedaría convertida en un montón de ruinas y de cadáveres.

Lloraba Jesús esta destrucción, que era un castigo de la justicia divina.

Porque se había hecho sorda a los llamamientos de Jesús: a su predicación, a sus milagros.

Ni siquiera en aquel día de triunfo para Jesús quería reconocer al que traía la paz…

Si por lo menos hoy…

Poreso se vería obligado a castigarla.

Eso hace llorar al Corazón de Jesús: la ingratitud de Jerusalén y los castigos que se verá obligado a enviarle.

No llora Jesús en la pasión cuando le desgarran el cuerpo con azotes y con clavos; cuando le desgarran el alma con desprecios y calumnias… Llora la pérdida de Jerusalén… y llora la pérdida de las almas.

Llora sobre todo cuando esas almas van a salir de este mundo… en la hora de la muerte.

Si por lo menos entonces reconocieran sus pecados y se arrepintieran de ellos… pero ni siquiera entonces reconocen el peligro en que se encuentran; y Jesús se ve obligado a castigarlas.

Esto arranca lágrimas de sangre al Corazón de Jesús.

Esto debe arrancar lágrimas a nuestro corazón: nuestros propios pecados y los pecados del mundo.

Eso vino a buscar el Corazón de Jesús: amor, reparación.


FUENTE:
● © 1966-2011 · P. Juan Rey, SJ, Luz, Meditaciones para todos los días del año siguiendo el ciclo litúrgico, Editorial Sal Terrae [http://www.salterrae.es/] (Santander, 1966), Tomo II, páginas 956 – 962.



◄♥►LETANÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.
Ten piedad de nosotros.

Cristo, escúchanos.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Padre celestial.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo Redentor del Mundo.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Espíritu Santo.
Ten piedad de nosotros.

Trinidad Santa, un solo Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, de majestad infinita.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, templo santo de Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, digno de toda alabanza.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, saciado de oprobios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, traspasado por una lanza.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, fuente de toda consolación.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, delicia de todos los santos.
Ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.

Jesús, manso y humilde de corazón,
Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

OREMOS.―
Oh Dios, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que al rendirte el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor. ― Amén.


◄♥►JACULATORIA

Corazón de Jesús, por medio de mi Madre Santísima, en ti pongo toda mi confianza, y aunque todo lo temo de mi debilidad, todo lo espero de tu bondad.

A tu Corazón confío… (expóngase la petición). Míralo, después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo me entrego a ti, yo estoy seguro de tu Corazón!

¡¡¡SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, en Vos confío!!! (tres veces).

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