50mo Congreso Eucarístico Internacional, Dublín, Irlanda del 10 al 17 Junio 2012

lunes, 13 de junio de 2011

MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS ◄♥► DÍA 13 JUNIO 2011



◄♥►CONSAGRACION DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

(La Compañía de Jesús, llamada por especial voluntad revelada del Corazón de Jesús, a propagar su espiritualidad, se consagró total y perpetuamente el 1 de Enero de 1872, con esta fórmula que puede adaptarse a quien lo desee):

Jesús Redentor nuestro:

Venimos a tu presencia angustiados y afligidos, pero animados por el recuerdo de tus palabras: « VENID A MÍ TODOS LOS QUE SUFRÍS Y ESTÁIS OPRIMIDOS QUE YO OS ALIVIARÉ ». con el dolor que nos causan tantos males como presenciamos, nos trae a ti el deseo de repararlos y la gratitud por tantos beneficios como reconocemos haber recibido de tu Corazón. A esta fuente de gracias atribuimos singularmente el señalado favor de haber sido llamados a tu Compañía, y todos los bienes que de ella hemos recibido y los que la misma Compañía ha producido, desde su fundación hasta este día.

Queriendo, por lo tanto, que todo vuelva al principio y origen de donde procede, nosotros, aunque indignos de ser llamados compañeros tuyos, en presencia de la Inmaculada siempre Virgen María, de su espos el patriarca San José, de nuestro padre maestro San Ignacio de Loyola y de toda la corte celestial, ofrecemos y consagramos a tu Corazón todas nuestras personas, cuanto somos y tenemos, nuestros ministerios, nuestros trabajos y padecimientos; de todo lo cual queremos hacerle entera y perpetua consagración, para reparar las injurias y ofensas que se cometen contra tu divina Majestad, y para promover en nosotros y en todos los demás, tu mayor gloria. De este modo, esta Compañía, que tiene a honra llevar tu nombre, la tendrá también de estar enteramente consagrada a tu Corazón y de vivir de su misma vida.

Dígnate aceptar este holocausto y darnos graciapara ser siempre fieles a nuestras promesas, con el exacto cumplimiento de todas las reglas y constituciones de nuestro instituto.

Tú sabes, Señor, con qué rabia se esfuerza el infierno por oprimir a tu Iglesia y destruir nuestra Compañía; ten, pues, compasión de nosotros, hijos tuyos, que ponemos toda nuestra esperanza en ti. Sea tu Corazón nuestro escudo contra todos los ataques de nuestros enemigos y una nueva prenda de la gracia final, con la que, después de haber vivido constantemente en tu Corazón, podamos exhalar en él el último suspiro del nuestro.

Amén.


(Versión del 9 de Junio de 1972)

Oh Padre Eterno:

Mientras oraba Ignacio en la capilla de La Storta, quisiste Tú con singular favor aceptar la petición que por mucho tiempo él te hiciera por intercesión de Nuestra Señora: DE SER PUESTO CON TU HIJO. Le aseguraste también que serías su sostén al decirle: Yo estaré con vosotros. Llegaste a manifestar tu deseo de que Jesús portador de la Cruz lo admitiese como su servidor, lo que Jesús aceptó dirigiéndose a Ignacio con estas inolvidables palabras: QUIERO QUE TÚ NOS SIRVAS.

Nosotros, sucesores de aquel puñado de hombres que fueros los primeros COMPAÑEROS DE JESÚS, repetimos a nuestra vez la misma súplica de ser puestos con tu Hijo y de servir BAJO LA INSIGNIA DE LA CRUZ, en la que Jesús está clavado por obediencia, con el costado traspasado y el corazón abierto en señal de su amor a Ti y a toda la humanidad.

Renovamos la consagración de la Compañía al Corazón de Jesús y delante de la Cruz en la que Jesús nos entrega los tesoros de su corazón abierto, decimos hoy, por medio de Él y Él, desde lo más hondo de nuestro ser: TOMAD, SEÑOR, Y RECIBID TODA MI LIBERTAD, MI MEMORIA, MI ENTENDIMIENTO Y TODA MI VOLUNTAD, TODO MI HABER Y MI POSEER; VOS ME LO DÍSTEIS, A VOS, SEÑOR, LO TORNO; TODO ES VUESTRO, DISPONED A TODA VUESTRA VOLUNTAD; DADME VUESTRO AMOR Y GRACIA QUE ÉSTA ME BASTA.


◄♥►OFRECIMIENTO DIARIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ven Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras , en unión con él, por la redención del mundo.

Señor mío y Dios mío Jesucristo:

Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón, y me ofrezco contigo al Padre, mediante el Espíritu Santo, en tu santo sacrificio del altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu reino.

Te pido en especial por el Papa y las intenciones ha encomendado para este mes de Junio del 2011 al Apostolado de la Oración:

INTENCIÓN GENERAL.–
Para que los sacerdotes, unidos al Corazón de Cristo, siempre sean verdaderos testigos del amor solícito y misericordioso de Dios,
roguemos al Señor.

INTENCIÓN MISIONAL.–
Para que el Espíritu Santa haga surgir en nuestras comunidades numerosas vocaciones misioneras, dispuestas a consagrarse plenamente a difundir el Reino de Dios,
roguemos al Señor.


◄♥►ORACIÓN DE LOS FIELES

Al celebrar, hermanos, el amor infinito de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, supliquemos humildemente al Padre de la misericordia.

Para que mande operarios a su mies y ministros a su Iglesia,
roguemos al Señor.

Por la santa Iglesia de Dios nacida del Corazón de Cristo: para que anuncie a todos los pueblos el amor de Dios a los hombres,
roguemos al Señor.

Por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI: para que con firmeza de roca apostólica, gobierne paternalmente al pueblo santo de Dios,
roguemos al Señor.

Por todas laas naciones y sus habitantes: para que vivan en la justicia y se edifiquen en la caridad,
roguemos al Señor.

Por los que viven atribulados por las dificultades de esta vida: para que experimenten la protección de Dios,
roguemos al Señor.

Por los miembros de nuestra comunidad: para que sepamos amarnos mutuamente y reine entre nosotrosla humildad y la comprensión,
roguemos al Señor.

Por la Compañía de Jesús: para que continúe fielmente el camino de nuestro padre maestro Ignacio salvando y reclutando almas para la milicia del Dios Vivo y Verdadero.
roguemos al Señor.

Por las vocaciones a la Compañía de Jesús: para Cristo Jesús guíe nuestros pasos en su camino, para que le sigamos hasta la muerte, para que envíe a su Compañía siervos cada vez más generosos, para que nos provea de ministros de reconciliación y de paz, para que nos conceda operarios de su caridad, y para que nos otorgue perseverancia a los que ha llamado bajo el estandarte de su cruz,
roguemos al Señor.

Oremos.
Oh Dios, que nos has manifestado tu amor en el Corazón de tu Hijo: muéstranos también tu inmensa bondad escuchando las oraciones de tu pueblo.
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.


◄♥►DÍA  13: ACEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS

LECTURA EVANGÉLICA:
Mc 14, 34-39.
“Empezando a sentir terror y angustia, les dijo: « Triste está mi alma hasta morir: quedaos aquí y velad.  » Y, yendo un poco más allá, cayó por tierra, rezando para que, si era posible, pasase de Él esa hora. Decía: « Abba, Padre, todo es posible: aparta este cáliz de mí. Pero no sea lo que quiero yo, sino lo que quieres Tú. » Y fue, y, al encontrarles dormidos, dijo a Pedro: « Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una sola hora? Velad y rezad para que no entréis en la tentación. El espíritu es animoso, pero la carne es débil. » Y otra vez se retiró a rezar diciendo las mismas palabras”.


HOMILIA:
El sufrimiento más valioso entre todos esel de Cristo en la pasón. Y la pasión no fue un sufrimiento buscado, ni mucho menos, pero sí un sufrimiento aceptado. El problema no es sufrir más, sino aceptar lo costoso de la vida. Incluso la santidad no es tanto buscar nuevas cruces, cuanto que cada cual tome la suya. Porque tenerla todo el mundo la tendrá. Lo mismo que a Cristo, a todo cristiano se la da Dios.

« Hágase tu Voluntad.  » No sólo es una entrega, es sobre todo la aceptación de nuestra cruz, grande o pequeña, que repetimos en el padrenuestro, tal vez sin caer en la cuenta de lo que decimos.

Aceptar no es resignarse, porque no hay otro remedio; ni sentir gusto natural en sufrir ―eso sería un absurdo―, ni dejar de pedir que pase el padecimiento. Aceptar es costoso, y a Cristo le costó sudar sangre al decir « Hágase tu Voluntad  », después de haber pedido, sin resultado, que pasase el cáliz.

Nuestro primer acto de fe ha de ser ver en el sufrimiento la Voluntad de Dios, como la vio el Señor. Y creer que a pesar de eso es bueno, que nos quiere. Eso es aceptar. « Padre  » es el comienzo del Padrenuestro, para rechazar la primera, más perjudicial y corriente tentación: no creer que Dios es padre bueno, desconfiar y rebelarnos contra su providencia.

SEÑOR, EN MEDIO DE MI CRUZ CREO QUE TU CORAZÓN ME LA ENVÍA, o PERMITE QUE ME VENGA, PARA MI BIEN, Y PORQUE ME QUIERES.


FUENTE:
● © 1966-2011 · P. José Luis de Urrutia Sasiaín, SJ, Nuevo Devocionario – Guía de caminantes, 2º Edición mejorada, Ediciones Studium [http://www.salterrae.es/] (Madrid, 1976 | ISBN: 84-293-1003-7), Páginas 156 – 157.


CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], “Un salto a la Luz” (En Él solo la esperanza, 1997):



◄♥►MEDITACIÓN DEL DÍA
TEMA:
LA REPARACIÓN POR LOS PECADOS AJENOS.


DÍA:
• 13 de Junio.


COMPOSICIÓN DEL LUGAR:
• Jesucristo en la Cruz ofreciendo a Dios una reparación perfecta por los pecados de los hombres.


PETICIÓN:
• Que conozca la excelencia de la reparación vicaria y practique esta obra de caridad.


PUNTO 1: ¿QUÉ ES LA REPARACIÓN VICARIA?
La reparación será necesaria mientras haya pecados en el mundo. Reparar es compensar una injusticia, una ofensa hecha a otro. El pecado es una injuria, una ofensa hecha a Dios y debe ser compensada.

Por el pecado el hombre agravia a Dios y se hace reo de un castigo.

La reparación tiene que deshacer ese doble efecto: tiene que desagraviar a Dios y tiene que ofrecer algo que sustituya el castigo merecido.

Deshaciendo ese doble efecto del pecado se ofrece una compensación completa, se realiza una reparación perfecta.

Los pecados pueden ser propios y ajenos; y la reparación puede hacerse por los pecados propios y por los ajenos.

Supuesta la redención de Jesucristo, el hombre puede reparar los pecados propios.

Desagravia a Dios, con actos de arrepentimiento. Así deshace el reato de culpa que contrajo con el pecado.

Evita el castigo merecido, ofreciendo a Dios obras penales, costosas en esta vida. Así deshace el reato de pena merecida también por el pecado.

El hombre puede y debe reparar los pecados propios; pero ¿PUEDE REPARAR TAMBIÉN LOS PECADOS AJENOS?

Esta reparación ofrecida por los pecados ajenos se llama reparación vicaria.

Es una reparación que se hace a Dios en vez del ofensor y en provecho de él.

El que practica la reparación vicaria se impone a sí mismo un castigo que él no ha merecido, paga una deuda que no ha contraído, compensa un agravio que él no ha hecho.

La reparación por los pecados propios puede extinguir todos los efectos del pecado, pero la reparación vicaria, ¿HASTA QUÉ PUNTO PUEDE DESHACER LOS EFECTOS DE LOS PECADOS AJENOS? ¿CÓMO PUEDE INFLUIR EN QUE DESAPAREZCA EL REATO DE CULPA Y DE PENA?



CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO:
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], “Me tocaste Jesús” (La Mesa de todos, Canto Litúrgico para la Celebración Comunitaria, 2º Edición, 2003):



PUNTO 2: POSIBILIDAD DE LA REPARACIÓN VICARIA
La reparación ofrecida por los pecados ajenos presupone dos condiciones.

En primer lugar, ES NECESARIO QUE EXISTA CIERTA UNIÓN O SOLIDARIDAD ENTRE EL PECADOR Y EL QUE OFRECE LA REPACIÓN POR ÉL. Es necesario algún vínculo interno entre el reo y el sustituto. Sólo así será posible la conmutación de bienes espirituales que se hace por medio de la reparación.

Entre los cristianos existe una solidaridad viva, orgánica, que se llama Comunión de los Santos.

El fundamente de ella es la incorporación de todos los fieles de Jesucristo para formar con Él un cuerpo místico. En virtud de esta incorporación, existe comunicación de bienes espirituales entre los miembros y la cabeza y de los miembros entre sí. Es decir, entre Jesucristo y los fieles y entre los fieles mismos.

Existe, por lo tanto, la solidaridad que requiere la reparación.

Pero es necesaria otra condición: QUE EL OFENDIDO ACEPTE LA SUSTITUCIÓN DEL REO POR EL QUE HACE SUS VECES.

Dios, ¿ACEPTA LA SUSTITUCIÓN? En general, sí; pues el autor de esta obra maravillosa, la Comunión de los Santos, es el mismo Dios y la instituyó con este fin.

Quiere Dios que, unidos a Cristo, y juntamente con Cristo, seamos redentores de nuestros hermanos.

Esto en general. En cada caso concreto que al arbitrio del a Providencia Divina aplicar las satisfacciones del reparador a la persona por quien pide o a otra persona.

Como queda también al beneplácito divino limitar más o menos los castigos sociales, por cuya desaparición se ofrecen oraciones y sacrificios.



CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO:
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], Camino de la cruz” (En Él solo la esperanza, 1997):



PUNTO 3: LÍMITES DE LA REPARACIÓN VICARIA
¿HASTA QUÉ PUNTO SE PUEDEN REPARAR LOSPECADOS AJENOS?

Las obras buenas del que está en gracia de Dios producen cuatro frutos preciosos.

Son MERITORIAS. Es decir, con ellas se merece gracia en la tierra, que se convertirá en gloria en el cielo. Este fruto sólo puede recogerse para uno mismo. No se puede merecer gracia y gloria para otro.

Las obras son PROPICIATORIAS. Es decir, hacen propicio y benévolo a Dios que está disgustado por el pecado. Este fruto también lo recoge el hombre para sí mismo. Desenojar a Dios sólo puede hacerlo quien lo ha ofendido. Es el ofensor quien tiene que hacer un acto de arrepentimiento, de retracción de la ofensa. Si no lo hace, Dios seguirá disgustado.

Las obras buenas son IMPETRATORIAS. Por ellas Dios se mueve a conceder lo que se le pide.

Este fruto puede aplicarse por los demás.

Puedes alcanzar de Dios que a un pecador le envíe gracias eficaces para que se convierta, para que haga un acto de arrepentimiento y de ese modo se le quite el reatode culpa de que se hacía reo con su pecado.

Puedes conseguir también que Dios le envíe gracias para que se mueva a hacer obras expiatorias y con ellas consiga también la remisión de la pena que debía recibir por sus pecados.

Lo que no conseguirás ni para ti ni para otro, es que perdone gratuitamente toda la pena.

El pecador tiene que poner algo de su parte.

La eficacia impetratoria crece por las promesas que hizo Jesucristo; pedid y recibiréis.

No se debe aplicar a otros todo el fruto impetratorio de las obras buenas. No debes decir: yo no quiero para mí ninguna gracia; que todas las que había de recibir yo, se las envíe Dios a otro.

Esto seía temerario, pues tú necesitas las gracias de Dios para muchas cosas relacionadas con tu salvación.

Las obras buenas son también SATISFACTORIAS. Es decir, con ellas se puede expiar la pena debida por los pecados. Se puede conseguir de Dios que cambie la pena debida al pecado por la que nosotros le ofrecemos.

Este fruto sí puede aplicarse íntegramente por otros.

Puedes ofrecer todo el valor satisfactorio de tus obras a cambio de lo que un pecador debía sufrir por sus pecados.

En esta verdad se funda el VOTO HEROICO a favor de las almas del purgatorio. El que hace ese voto acepta sufrir en la otra vida la pena que merecen sus pecados: y el valor satisfactorio de todas sus obras lo ofrece para que Dios alivie los tormentos de las almas que padecen en él.

Si la persona por quien se ofrece el fruto satisfactorio está en pecado mortal, antes que reciba ese fruto, tiene que arrepentirse del pecado; porque la remisión de la culpa tiene que preceder a la remisión de la pena; y la culpa se quita con el arrepentimiento del mismo pecador.

Con los actos expiatorios, lo mismo que con los impetratorios, se puede conseguir también que Dios envíe gracias al pecador para que se mueva al arrepentimiento.

En resumen, con la reparación ofrecida por los pecados ajenos se puede conseguir que Dios envíe gracias para que el pecador se arrepienta de sus pecados y para que ofrezca actos expiatorios; y puedes ofrecer tus sufrimientos por los que debía padecer otro pecador.

Hasta los pecadores más obstinadospueden recoger los frutos de esta reparación.

Tienes un pariente extraviado. Todos los consejos, todos los medios que has empleado para traerle a buen camino han fracasado.

Te queda un recurso todavía: la reparación ofrecido por él: oraciones, obras buenas, sacrificios.

Los pecados crecen en la sociedad. Las exhortaciones, las amenazas, todo resulta ineficaz.

Un recurso nos queda: la reparación en unión de Jesucristo.

Acto de caridad excelente, pues procuramos a nuestros prójimos el mayor bien que podemos hacerles: la salvación del alma, la liberación del castigo a que son acreedores.

Acto de caridad que será premiado por Jesucristo, pues está comprendido en aquella sentencia suya: lo que hiciereis con uno de estos hermanos míos ínfimos, lo hacéis conmigo.

Este acto de caridad practican los socios del Apostolado de la Oración cuando todas las mañanas ofrecen sus obras buenas, sus oraciones, sus sacrificios en reparación de las ofensas que se hacen a Dios. Todo en unión de Jesucristo Redentor y de la Virgen Corredentora.

Práctica sólida y caritativa.


FUENTE:
● © 1966-2011 · P. Juan Rey, SJ, Luz, Meditaciones para todos los días del año siguiendo el ciclo litúrgico, Editorial Sal Terrae [http://www.salterrae.es/] (Santander, 1966), Tomo II, páginas 942 – 946.



◄♥►LETANÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.
Ten piedad de nosotros.

Cristo, escúchanos.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Padre celestial.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo Redentor del Mundo.
Ten piedad de nosotros.

Dios, Espíritu Santo.
Ten piedad de nosotros.

Trinidad Santa, un solo Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, de majestad infinita.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, templo santo de Dios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, digno de toda alabanza.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, saciado de oprobios.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, traspasado por una lanza.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, fuente de toda consolación.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren.
Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, delicia de todos los santos.
Ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.

Jesús, manso y humilde de corazón,
Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

OREMOS.―
Oh Dios, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que al rendirte el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor. ― Amén.


◄♥►JACULATORIA

Corazón de Jesús, por medio de mi Madre Santísima, en ti pongo toda mi confianza, y aunque todo lo temo de mi debilidad, todo lo espero de tu bondad.

A tu Corazón confío… (expóngase la petición). Míralo, después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo me entrego a ti, yo estoy seguro de tu Corazón!

¡¡¡SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, en Vos confío!!! (tres veces).

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