◄♥►CONSAGRACIÓN DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
(La Compañía de Jesús, llamada por especial voluntad revelada del Corazón de Jesús, a propagar su espiritualidad, se consagró total y perpetuamente el 1 de Enero de 1872, con esta fórmula que puede adaptarse a quien lo desee):
Jesús Redentor nuestro:
Venimos a tu presencia angustiados y afligidos, pero animados por el recuerdo de tus palabras: « VENID A MÍ TODOS LOS QUE SUFRÍS Y ESTÁIS OPRIMIDOS QUE YO OS ALIVIARÉ ». con el dolor que nos causan tantos males como presenciamos, nos trae a ti el deseo de repararlos y la gratitud por tantos beneficios como reconocemos haber recibido de tu Corazón. A esta fuente de gracias atribuimos singularmente el señalado favor de haber sido llamados a tu Compañía, y todos los bienes que de ella hemos recibido y los que la misma Compañía ha producido, desde su fundación hasta este día.
Queriendo, por lo tanto, que todo vuelva al principio y origen de donde procede, nosotros, aunque indignos de ser llamados compañeros tuyos, en presencia de la Inmaculada siempre Virgen María, de su espos el patriarca San José, de nuestro padre maestro San Ignacio de Loyola y de toda la corte celestial, ofrecemos y consagramos a tu Corazón todas nuestras personas, cuanto somos y tenemos, nuestros ministerios, nuestros trabajos y padecimientos; de todo lo cual queremos hacerle entera y perpetua consagración, para reparar las injurias y ofensas que se cometen contra tu divina Majestad, y para promover en nosotros y en todos los demás, tu mayor gloria. De este modo, esta Compañía, que tiene a honra llevar tu nombre, la tendrá también de estar enteramente consagrada a tu Corazón y de vivir de su misma vida.
Dígnate aceptar este holocausto y darnos graciapara ser siempre fieles a nuestras promesas, con el exacto cumplimiento de todas las reglas y constituciones de nuestro instituto.
Tú sabes, Señor, con qué rabia se esfuerza el infierno por oprimir a tu Iglesia y destruir nuestra Compañía; ten, pues, compasión de nosotros, hijos tuyos, que ponemos toda nuestra esperanza en ti. Sea tu Corazón nuestro escudo contra todos los ataques de nuestros enemigos y una nueva prenda de la gracia final, con la que, después de haber vivido constantemente en tu Corazón, podamos exhalar en él el último suspiro del nuestro.
Amén.
(Versión del 9 de Junio de 1972)
Oh Padre Eterno:
Mientras oraba Ignacio en la capilla de La Storta, quisiste Tú con singular favor aceptar la petición que por mucho tiempo él te hiciera por intercesión de Nuestra Señora: DE SER PUESTO CON TU HIJO. Le aseguraste también que serías su sostén al decirle: Yo estaré con vosotros. Llegaste a manifestar tu deseo de que Jesús portador de la Cruz lo admitiese como su servidor, lo que Jesús aceptó dirigiéndose a Ignacio con estas inolvidables palabras: QUIERO QUE TÚ NOS SIRVAS.
Nosotros, sucesores de aquel puñado de hombres que fueros los primeros COMPAÑEROS DE JESÚS, repetimos a nuestra vez la misma súplica de ser puestos con tu Hijo y de servir BAJO LA INSIGNIA DE LA CRUZ, en la que Jesús está clavado por obediencia, con el costado traspasado y el corazón abierto en señal de su amor a Ti y a toda la humanidad.
Renovamos la consagración de la Compañía al Corazón de Jesús y delante de la Cruz en la que Jesús nos entrega los tesoros de su corazón abierto, decimos hoy, por medio de Él y Él, desde lo más hondo de nuestro ser: TOMAD, SEÑOR, Y RECIBID TODA MI LIBERTAD, MI MEMORIA, MI ENTENDIMIENTO Y TODA MI VOLUNTAD, TODO MI HABER Y MI POSEER; VOS ME LO DÍSTEIS, A VOS, SEÑOR, LO TORNO; TODO ES VUESTRO, DISPONED A TODA VUESTRA VOLUNTAD; DADME VUESTRO AMOR Y GRACIA QUE ÉSTA ME BASTA.
◄♥►OFRECIMIENTO DIARIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Ven Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras , en unión con él, por la redención del mundo.
Señor mío y Dios mío Jesucristo:
Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón, y me ofrezco contigo al Padre, mediante el Espíritu Santo, en tu santo sacrificio del altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu reino.
Te pido en especial por el Papa y las intenciones ha encomendado para este mes de Junio del 2011 al Apostolado de la Oración:
INTENCIÓN GENERAL.–
Para que los sacerdotes, unidos al Corazón de Cristo, siempre sean verdaderos testigos del amor solícito y misericordioso de Dios,
roguemos al Señor.
INTENCIÓN MISIONAL.–
Para que el Espíritu Santa haga surgir en nuestras comunidades numerosas vocaciones misioneras, dispuestas a consagrarse plenamente a difundir el Reino de Dios,
roguemos al Señor.
◄♥►ORACIÓN DE LOS FIELES
Al celebrar, hermanos, el amor infinito de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, supliquemos humildemente al Padre de la misericordia.
Para que mande operarios a su mies y ministros a su Iglesia,
roguemos al Señor.
Por la santa Iglesia de Dios nacida del Corazón de Cristo: para que anuncie a todos los pueblos el amor de Dios a los hombres,
roguemos al Señor.
Por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI: para que con firmeza de roca apostólica, gobierne paternalmente al pueblo santo de Dios,
roguemos al Señor.
Por todas laas naciones y sus habitantes: para que vivan en la justicia y se edifiquen en la caridad,
roguemos al Señor.
Por los que viven atribulados por las dificultades de esta vida: para que experimenten la protección de Dios,
roguemos al Señor.
Por los miembros de nuestra comunidad: para que sepamos amarnos mutuamente y reine entre nosotrosla humildad y la comprensión,
roguemos al Señor.
Por la Compañía de Jesús: para que continúe fielmente el camino de nuestro padre maestro Ignacio salvando y reclutando almas para la milicia del Dios Vivo y Verdadero.
roguemos al Señor.
Por las vocaciones a la Compañía de Jesús: para Cristo Jesús guíe nuestros pasos en su camino, para que le sigamos hasta la muerte, para que envíe a su Compañía siervos cada vez más generosos, para que nos provea de ministros de reconciliación y de paz, para que nos conceda operarios de su caridad, y para que nos otorgue perseverancia a los que ha llamado bajo el estandarte de su cruz,
roguemos al Señor.
Oremos.
Oh Dios, que nos has manifestado tu amor en el Corazón de tu Hijo: muéstranos también tu inmensa bondad escuchando las oraciones de tu pueblo.
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
◄♥►DÍA 30: LA ESPERANZA CRISTIANA
LECTURA EVANGÉLICA:
Jn 16, 20--22.
« Os doy mi palabra: lloraréis y os lamentaréis. Mientras el mundo se alegrará, vosotros os afligiréis. Pero vuestra aflicción se convertirá en alegría. La mujer, cuando da a luz, se aflige, porque llegó su hora; pero cuando ha nacido el niño, ya no se acuerda del dolor, por la alegría de que ha venido un hombre al mundo. También vosotros ahora tenéis aflicción; pero volveré a veros, y se alegrarán vuestros corazones, y vuestras alegría nadie os la quitará ».
HOMILIA:
El Corazón de Jesús promete a sus seguidores la paz y la esperanza en este mundo, pero con cruz, como Él. Después vendrá el gozo perfecto. Después se nos dirá: « Venid benditos de mi Padre, a recibir el reino que os está preparado desde el principio del mundo » (Mt 25, 34). Reino de Cristo, « la Jerusalén celestial que bajará del cielo engalanada como una novia, donde no habrá ni muerte, ni llanto, ni pena. Su resplandor semejante a las piedras preciosas. No necesitará sol ni luna, pues el Cordero será su luz, y no habrá más noche » (Apoc 21).
Allí seremos felices con la misma felicidad de Dios. Cuando Cristo Jesús ponga toda su omnipotencia divina al servicio de su Corazón para premiar a sus leales, y premiarlos a lo Dios. Pues « el hombre no puede imaginar lo que Dios tiene preparado para los que le aman » (1 Cor 2, 9). Por eso, « todos los padecimientos de esta vida no se pueden ni comparar con la gloria que nos espera » (Rom 8, 18), ya que « un momento de tribulación nos reporta una cantidad de gloria eterna, mayor de cuanto podamos calcurlar » (2 Cor 4, 17).
Fabulosa esperanza cristiana que ha de iluminar todas nuestras horas; las horas difíciles y grises, y la hora trágica de la muerte, que ha de ser esperada más que con temor con ilusión, como el comienzo, al fin, de las vacaciones plenas, sin fin.
FUENTE:
● © 1966-2011 · P. José Luis de Urrutia Sasiaín, SJ, Nuevo Devocionario – Guía de caminantes, 2º Edición mejorada, Ediciones Studium [http://www.salterrae.es/] (Madrid, 1976 | ISBN: 84-293-1003-7), Páginas 178 – 179.
►CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO
◄♥►MEDITACIÓN DEL DÍA
TEMA:
• LA GRAN PROMESA.
Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos los que comulguen los nueve Primeros Viernes de mes seguidos la gracia de la Penitencia Final; no morirán en mi desgracia ni sin recibir los Santos Sacramentos, haciéndose mi divino Corazón su asilo seguro en aquella última hora.
DÍA:
• 30 de Junio.
COMPOSICIÓN DEL LUGAR:
• Jesucristo se acerca al moribundo que ha comulgado los nueve primeros viernes de mes; le ofrece su Corazón para que se refugie en la lucha suprema y recoge su alma para llevársela al cielo.
PETICIÓN:
• Que no me falte tu asistencia en los últimos momentos.
PUNTO 1: LA GRAN PROMESA
Grande se llama esta promesa y con razón. En ella promete Jesucristo lo más grande que puede ofrecer: la Salvación Eterna.
Dijo Jesús: « ¿Qué le aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? ». Nada le aprovechará haber poseído todas las riquezas, haber disfrutado todos los placeres, haber escalado la cumbre de todas las dignidades, si al fin se condena.
Promesa grande, pues ofrece Jesucristo lo único verdaderamente necesario, según Él: Unum est necessarium. ¿QUÉ COSA ES ESA ÚNICA NECESARIA? La Salvación Eterna.
Promete Jesús la Penitencia Final. El Arrepentimiento y el Perdón en el momento de la muerte.
No dice que el que haya comulgado nueve Primeros Viernes de mes, aunque muera en pecado mortal, irá al cielo.
Es dogma de fe que el que muera en pecado mortal se condena.
Promete que no morirá impenitente; que si está en pecado mortal, recibirá gracias especiales que le muevan al Arrepentimiento y salga del pecado o Cofensándose o haciendo un Acto de Perfecta Contrición.
Dice la promesa que no morirá sin Sacramentos.
Esta parte de ella es condicionada: no morirá sin Sacramentos, si necesita recibirlos.
No exime Jesucristo de las muertes repentinas.
Si necesitas recibir los Sacramentos, Jesucristo dispondrá las cosas de modo que los recibas.
Si estás en gracia de Dios, aunque no recibas los Sacramentos, te salvas y se cumple la promesa.
Los pecados se perdonan también con un Acto de Perfecta Contrición y Propósito de Confesarse. Y pudiera suceder que una persona esté en pecado y la muerte no le deje tiempo para confesarse.
El corazón de Jesús puede inspirarle un Acto de Perfecta Contrición con Propósito de Confesarse y se salvaría.
Un Acto de Perfecta Contrición puede hacerse en un segundo; y lo puede hacer el alma, aunque la persona no de señales externas de vida.
Por eso hay que confiar en la salvación de las personas que han practicado los Primeros Viernes; aunque la muerte les haya asaltado repentinamente.
A los que han Comulgado los Primeros Viernes, les repite la promesa que hace a los devotos de su Corazón: en la hora de la muerte será su asilo seguro.
Hay motivos de temor para aquellos momentos: las tentaciones que puede desencadenar el demonio… los remordimientos por los pecados cometidos durante la vida.
El Sagrado Corazón de Jesús ofrece un asilo seguro… fuerzas para la lucha y tranquilidad de conciencia.
Promesa verdaderamente grande la que tales cosas ofrece.
►CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO:
• P. Cristóbal Fones, SJ [http://cfones.jesuitas.cl/], “Me tocaste Jesús” (La Mesa de todos, Canto Litúrgico para la Celebración Comunitaria, 2º Edición, 2003):
PUNTO 2: GARANTÍAS DE LA PROMESA
Son tan grandes los bienes que ofrece el Sagrado Corazón de Jesús en esta promesa, que desearíamos tener garantías muy sólidas de ella.
Y las tenemos.
Es una revelación hecha a una persona santa, cuyas Virtudes Heroicas han sido reconocidas por la Iglesia, a una persona elevada al honor de los altares.
Los escritos de la santa han sido cuidadosamente examinados por la Iglesia, principalmente los que contienen las promesas que le hizo el Sagrado Corazón de Jesús.
Refiriéndose a todas ellas, la Iglesia en la oración de la santa que se reza en la misa de su fiesta, puso aquellas palabras: “le fueron reveladas a ella inescrutables riquezas del Corazón de Jesús”.
Pero la gran promesa, por la importancia de su contenido, fue examinada con mayor esmero. Dice un testigo: “Fue sometida especialmente a juicio de los teólogos de Roma… y estaba subrayada gruesamente, prueba de que los encargados de examinarla no la dejaron pasar sin haber pensado seriamente sobre ella”.
Benedicto XV, en la bula de Canonización de Santa Margarita María de Alacoque, [1] hace mención especial de las promesas que le hizo el Sagrado Corazón de Jesús; y al referirse a la gran promesa, reproduce íntegramente el texto de ella.
Pío XI, en la Encíclica Miserentissimus Redemptor , [2] alaba la práctica de la Comunión de los Primeros Viernes y dice que es “según los deseos de Cristo”.
Prueba de la estima que la Iglesia tiene de esta promesa es la Indulgencia Plenaria que concede cada Primer Viernes al que Comulgare, Confesare y Asistiere al ejercicio público en honor del Sagrado Corazón de Jesús; y si no puede asistir a este ejercicio público, Rezando privadamente algunas preces para Reparar las injusticias hechas al Corazón de Jesús.
Asegura también la autenticidad de la promesa, la aceptación extraordinaria que ha tenido en el pueblo cristiano y los frutos preciosos que se han seguido de ella; pues la frecuencia de Sacramentos ha crecido de una manera insospechada. Podemos decir que es uno de los recursos modernos más eficaces para acercar las almas a Jesucristo, para fomentar la devoción a la Eucaristía y para renovar la vida cristiana.
►CANCIÓN PARA MEDITAR EN SILENCIO:
PUNTO 3: REQUISITOS PARA EL CUMPLIMIENTO DE LA PROMESA
¿QUÉ CONDICIONES REQUIERE EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS PARA QUE CUMPLA SU PROMESA?
COMULGAR.
No dice Confesar y Comulgar. Sólo dice Comulgar. El que esté en gracia de Dios no necesita Confesarse. Pero si quiere ganar la Indulgencia Plenaria que cada Primer Viernes de mes concede la Iglesia, tiene que Confesar y Asistir al ejercicio público de la Santa Misa.
Comulgar en gracia de Dios.
La Comunión en pecado mortal no vale. El que tenga algún pecado mortal tiene que Confesarse.
Comulgar con intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús.
Comulgar con deseos de seguir Sirviendo a dios. el que practicara los Primeros Viernes con el fin de pecar después tranquilamente, confiado en la promesa, haría una ofensa al Corazón de Jesús. Sería utilizar para fomento del pecado los medios que el Sagrado Corazón de Jesús ofrece para facilitar la Salvación.
Sería comulgar sin propósito de la enmienda.
Tales comuniones, más que dignas de premio, serían merecedoras del castigo.
COMULGAR NUEVE PRIMEROS VIERNES DE MES SEGUIDOS.
La Comunión tiene que ser el viernes; no se puede cambiar por otro día de la semana.
PRIMEROS VIERNES SEGUIDOS. Si se interrumpen voluntariamente hay que comenzar de nuevo.
¿Y SI SE INTERRUMPEN FORZOSAMENTE?
Hay dos opciones:
Algunos dicen que las Comuniones recibidas valen. No hay que comenzar de nuevo. Otros dicen que las Comuniones recibidas no valen; por lo tanto, hay que comenzar otra vez. En la duda, hay que asegurar bien un asunto tan importante y deberían repetirse las Comuniones.
Los Romanos Pontífices han concedido gracias muy estimables a la práctica de la Comunión; por ejemplo, en los siete Domingos de San José; pero ninguna devoción ofrece un privilegio tan estimable como la comunión en los nueve Primeros Viernes de mes.
Nadie que tenga deseos de salvar el alma debería omitir este medio de conseguirlo que ofrece el Sagrado Corazón de Jesús.
Y ¿QUIÉN NO QUIERE SALVARSE?
Los padres deberían procurar, con todo interés, que sus hijos hicieran los Primeros Viernes de mes cuanto antes; nada más hacer la Primera Comunión.
En primer lugar, porque las comuniones de los niños de ordinario son buenas; no cometen pecados mortales con tanta facilidad como las personas mayores. Además, puede suceder que el niño muera antes de haber practicado esta devoción trascendental.
Los devotos del Sagrado Corazón de Jesús acostumbran a Comulgar todos los Primeros Viernes del año y hacen Comuniones Reparadoras para expiar las ofensas que se hacen a Jesucristo, sobre todo en la Eucaristía.
Es la tercera práctica del Apostolado de la Oración.
FUENTE:
● © 1966-2011 · P. Juan Rey, SJ, Luz, Meditaciones para todos los días del año siguiendo el ciclo litúrgico, Editorial Sal Terrae [http://www.salterrae.es/] (Santander, 1966), Tomo II, páginas 1012– 1016.
◄♥►LETANÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Señor, ten piedad.
― Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
― Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
― Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
― Ten piedad de nosotros.
Cristo, escúchanos.
― Ten piedad de nosotros.
Dios, Padre celestial.
― Ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo Redentor del Mundo.
― Ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo.
― Ten piedad de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de majestad infinita.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, saciado de oprobios.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren.
― Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos.
― Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
― Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
― Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
― Ten misericordia de nosotros.
Jesús, manso y humilde de corazón,
― Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
OREMOS.―
Oh Dios, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que al rendirte el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor. ― Amén.
◄♥►JACULATORIA
Corazón de Jesús, por medio de mi Madre Santísima, en ti pongo toda mi confianza, y aunque todo lo temo de mi debilidad, todo lo espero de tu bondad.
A tu Corazón confío… (expóngase la petición). Míralo, después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo me entrego a ti, yo estoy seguro de tu Corazón!
¡¡¡SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, en Vos confío!!! (tres veces).
◄♥►NOTAS: