50mo Congreso Eucarístico Internacional, Dublín, Irlanda del 10 al 17 Junio 2012

viernes, 1 de julio de 2011

LA HORA SANTA

Altar Mayor 
de la Iglesia de San Pedro de Lima - Jesuitas - Santuario Arquidiocesano del Sagrado Corazón de Jesús, Lima, Perú, 
con el Santísimo Sacramento expuesto en hermosa custodia.
Crédito de foto: cnoriega.

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HORA SANTA 

Refiere Santa Margarita María de Alacoque que el Sagrado Corazón de Jesús le pidió que le acompañe una hora todas las nochesde los jueves al viernes (de 2300 horas a 0000 horas/de 11 p.m. a 12 a.m.), meditando la Pasión y pidiendo por los pecadores.

Pío XI, al comienzo del Año Santo de 1933, exhortaba al ejercicio, durante él, de la Hora Santa, “este obligado y amoroso recuerdo de las amargas penas que el Corazón de Jesús quiso soportar para la salvación de los hombres”. Antes, en su importantísima encíclica “Miserentissimus Redemptor” (1928), había afirmado: El Corazón de Jesús “para reparar las culpas recomendó esto, especialmente grato para Él: que usasen las súplicas y preces durante una hora que con verdad se llama Hora Santa, ejercicio de piedad que la Iglesia no sólo ha aprobado, sino enriquecido con abundantes gracias espirituales”. Y en otra ocasión (21 de marzo de 1933) explicaba que “su fin principalísimo es recordar a los fieles la pasión y muerte de Jesucristo, e impulsarles a la meditación y veneración del ardiente Amor por el cual instituyó la Eucaristía memorial de su Pasión, para que purifiquen y expíen sus pecados y los de todos los hombres”.

Hora de tremendos misterios cuando Cristo se sintió solo y débil, como nosotros, y como nosotros pide al Padre le aparte el cáliz. Hora incomparable para acompañarle, en cuanto podemos, místicamente, junto al Sagrario ―donde está Eucarístico, y es “memorial de su pasión” ―. Hora para volcar en su Corazón nuestros afanes y sufrimientos, y recibir su gracia para sobrellevarlos.

Cuando hasta los suyos le abandonan, acompañar a Cristo, como Ángel del Huerto, como lo haría en espíritu su Madre Dolorosa, quizás desde el cenáculo. Agradeciéndole su sacrificio. Aprendiendo de Él…

Pío XI facilitó el tiempo para la Hora Santa, fijándolo desde la puesta del sol hasta su salida. ¿QUIÉN DISPONDRÁ DE UNA HORA A LA SEMANA, SI NO EN LA IGLESIA AL MENOS EN SU CASA? Se puede en ella: hacer el Viacrusis, meditar o leer la Pasión en la Biblia, rezar despacio el Santo Rosario, los Salmos, muchas de las oraciones de este devocionario; contarle al Señor y ofrecerle… Hay que probar varias vecesa hacerla para sentir su tanto provecho espiritual, que luego ya no se deja.

FUENTE:
● © 1966-2011 · P. José Luis de Urrutia Sasiaín, SJ, Nuevo Devocionario – Guía de caminantes, 2º Edición mejorada, Ediciones Studium [http://www.salterrae.es/] (Madrid, 1976 | ISBN: 84-293-1003-7), Páginas 182 – 183.

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